Mons. Taussig destacó la importancia de la comunión espiritual
“Para ustedes especialmente les quiero decir que también este deseo que nace y que crece en el corazón a medida que pasan los días y las semanas, es un deseo que puede darnos mucho fruto espiritual”, afirmó.
“San Juan Pablo II decía: Es conveniente cultivar en el ánimo, el deseo constante del sacramento eucarístico que aquí ha nacido, la práctica de la comunión espiritual”, recordó el obispo. “Y Santa Teresa, que vivía con monjas carmelitas que a veces tampoco podían tener la misa porque no llegaba el capellán, no tenían sacerdote, les decía esta gran doctora de la Iglesia: Cuando no podáis comulgar ni oír misa, podéis comulgar espiritualmente, que es de grandísimo provecho”.
“Nosotros hoy podemos oír y ver la misa a través de los medios televisivos y digitales, por lo tanto se nos facilita esta participación espiritual. Santa Catalina de Siena comprendía también la diferencia que experimentamos nosotros: no es lo mismo recibirlo a Jesús sacramentalmente que nuestra comunión espiritual hecha en la Iglesia doméstica, en el hogar, pero esta gran doctora de la Iglesia decía también, después de una visión donde vio a Jesús, que le dijo: ‘En este cáliz de oro pongo tus comuniones sacramentales y en este de plata tus comuniones espirituales. Los dos cálices me son agradables’”.
“San Maximiliano Kolbe, ese gran mártir de la caridad del siglo XX, que murió entregándose por un padre de familia que iba a ser fusilado en los campos de concentración del nazismo, decía a veces: ‘La comunión espiritual puede traer las mismas gracias que la sacramental’ y él seguramente lo experimentó mucho en su cautiverio”, relató.
“San Josemaría Escrivá de Balaguer decía: ‘¡Qué fuente de gracias es la comunión espiritual! Practícala frecuentemente y tendrás más presencia de Dios y más unión con Él por las obras’ y San Juan María Vianney, otro santo extraordinario, decía: ‘Una comunión espiritual actúa en el alma como un soplo de viento en una brasa que está a punto de extinguirse. Cada vez que sientas que tu amor por Dios se está enfriando, rápidamente haz una comunión espiritual’”.
“La comunión espiritual la podemos hacer cada día y yo los invito a que reserven un espacio en la jornada, en estas jornadas de tanto tiempo, para hacer la comunión espiritual, pero la podemos hacer más de una vez y podemos así renovar nuestro fervor”, animó.
“De esta manera, el fruto espiritual tan grande lo podemos tener en nuestro día y en todos los días de esta cuarentena nos podamos unir a Jesús con mucho fruto, en este cáliz de plata que nos irá preparando para el cáliz de oro que celebraremos al final de la pandemia”, aseguró.+
Publicar un comentario