"Ser signos del resucitado", el mensaje que Mons. D'Annibale dejó en esta Pascua
“Pascua es una palabra que significa ‘paso’”, recuerda el prelado en un video. “¿Paso de qué? De la muerte a la vida, de haber entregado todo como Jesús lo entregó y vivir para siempre”, señaló. “Por eso el cristiano vive un proceso pascual, es el proceso que vivimos en todas las celebraciones tan lindas de esta semana, el Jueves Santo a la tarde cuando empezamos con la misa de la Cena del Señor, el viernes cuando rememoramos la Pasión, el sábado con la Vigilia Pascual, y este domingo de Pascua, con este Evangelio maravilloso”.
“En el Evangelio del domingo de Pascua no aparece Jesús. Es el Evangelio de Juan, que la verdad es un relato maravilloso, donde Juan cuenta que María Magdalena viene y dice que Jesús está resucitado, y que Pedro y Juan salen corriendo al sepulcro a ver qué pasó. Y dicen que Juan llega primero pero no entra, deja que llegue Pedro, lo deja entrar, él entra después y termina diciendo: Él también vio y creyó”.
“¿Qué vio?”, pregunta monseñor D’Annibale. “A Jesús no lo vio, ve un sepulcro vacío, y ve signos, el sudario, las mortajas, y cree. ¿Qué cree? Que Jesús está vivo, que Jesús ya no está ahí. Vio signos. Esta es la clave, en estas dos palabras está la clave de la Pascua”, afirma.
“Nosotros seguimos viendo signos y creyendo que Jesús está vivo. Porque no lo vimos con nuestros ojos, sin embargo creemos que vive, que está, que nos ama y que lo amamos, que nos llama para que lo sigamos y lo seguimos, que renovamos en cada Pascua este encuentro con Jesús vivo y resucitado, Señor de la historia al cual amamos y servimos”, sostiene.
“Este Evangelio es una maravilla porque Juan le dice a todas las generaciones que a través de los signos seguimos encontrando el Cristo vivo. Luz, Palabra, agua y Eucaristía, signos que hasta el fin de los tiempos harán siempre presente a Cristo Vivo, que es la luz, que es la Palabra, que es el agua, que es la Eucaristía”, señala. “Pero el quinto signo, hermanos, somos nosotros. Es la Iglesia, es el pueblo creyente, ese es un signo vivo: el santo pueblo de Dios”.
“Por eso estamos invitados a ser signo vivo del resucitado. Cada uno de nosotros tiene que ser Pascua para nuestros hermanos, este es el desafío tan lindo de ser cristianos hoy. Cada uno que se encuentre conmigo en el transcurso de esta vida, se tiene que encontrar con un hombre lleno de luz, lleno de vida, con una palabra que aliente, con unas manos tendidas, con un pan que pueda servir y amar. Este es el signo de ser resucitados”, concluye el mensaje, deseando una feliz Pascua.
Monseñor Miguel Ángel D'Annibale, de 61 años, falleció en la tarde del martes 14 de abril en el Cemic, donde se encontraba internado en estado delicado realizando un tratamiento debido a una leucemia mieloide aguda M4. La comunidad diocesana y la Iglesia en la Argentina lamentaron su repentino fallecimiento y pidieron que Dios lo reciba en sus brazos de Padre.+
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