San Isidro (Buenos Aires) (AICA): El obispo de San Isidro, monseñor Oscar Ojea, recibió a funcionarios de la gobernación bonaerense, que le acercaron una propuesta para resolver la grave situación económica que atraviesan más de 100 centros de Cáritas Diocesana debido a la falta de actualización de los aportes estatales. Los participantes definieron el encuentro como “superador” respecto a ocasiones anteriores, y valoraron el diálogo “muy positivo” entre las partes.
Los participantes definieron el encuentro como “superador” respecto a ocasiones anteriores, y valoraron el diálogo “muy positivo” para debatir temas referidos a los servicios sociales que presta la Iglesia.
Monseñor Ojea compartió su preocupación por el congelamiento de las becas UDI (Unidad de desarrollo Infantil), que afectó sensiblemente la sustentabilidad de estas obras y pone en riesgo la continuidad del servicio y la contención social a los más débiles y necesitados.
En el territorio diocesano, que se extiende en los partidos de San Isidro, Vicente López, San Fernando y Tigre, funcionan más de 100 obras de ayuda y social de la Iglesia, entre las que se hallan hogares, comedores, centros vecinales, talleres de oficios y escuelas que despliegan desde hace años una tarea al momento irremplazable.
El valor de las becas UDI, según informaron desde el obispado, no se actualiza desde diciembre de 2010, y dada la inflación registrada desde ese tiempo a esta parte, peligran los sueldos de los trabajadores rentados y el funcionamiento de las instituciones, que muchas veces trabajan a contraturno de la escuela y ofrecen un espacio de contención para miles de niños y jóvenes de familias carenciadas.
Por el lado de la diócesis, participaron del encuentro el presbítero Jorge García Cuerva, vicepresidente de Cáritas San Isidro; el presbítero Guillermo Caride, vicario general de la diócesis, y Juan Sabogal, director de Caritas Diocesana.+
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