Buenos Aires (AICA): Todos los 8 de mayo, el país se viste de fiesta para celebrar el día de Nuestra Señora de Luján, patrona de la Argentina. A través de los años, millones de peregrinos recorrieron cientos de kilómetros para encontrarse con la Virgen, visitarla y demostrarle su cariño. Entre ellos, pueden nombrarse cuatro santos que visitaron el santuario nacional de Luján para homenajear a la Patrona de los argentinos. Fueron ellos el beato Pío IX, San Luis Orione, San Josemaría y San Juan Pablo II.
El beato Pío IX tuvo siempre una inmensa devoción a la Virgen María y fue durante su pontificado papado que se anunció como dogma de fe la Inmaculada Concepción de María. La corona de la Virgen de Luján tiene el escudo del papa Pio IX. Estuvo en Luján en 1824, cuando todavía era el cardenal Juan Mastai Ferreti, y celebró misa en la basílica.
San Luis Orione visitó muchas veces el Santuario de Luján. El 16 de noviembre de 1921 llegó por primera vez al Santuario “a los pies de Nuestra Señora de Luján, la amabilísima Madre, en cuyas manos me puse yo mismo junto a la causa de los huérfanos”. En otra oportunidad explicó: “Es la Virgen que me lleva a hacer obras que no son mías”.
San Josemaría, fundador del Opus Dei, visitó el santuario de Luján en 1974, y tuvo palabras especiales para la Virgen: “Cuando me vaya, me quedaré a los pies de Santa María de Luján; ahí dejo mi corazón”. También agradeció la estadía y dijo con afecto a los argentinos: “Las gracias las doy yo a Dios, Nuestro Señor; y las gracias las doy yo a los argentinos, que una vez que se os conoce, uno no puede desear marcharse”. Hoy una estatua recuerda esa visita.
San Juan Pablo II visitó a la Virgen de Luján en dos ocasiones. En su primera visita le regaló la Rosa de Oro, una distinción que realizan los papas como muestra de verdadero cariño. “A la Madre de Cristo y Madre de cada uno de nosotros queremos pedir que presente a su Hijo el ansia de nuestros corazones doloridos y sedientos de paz", pidió en 1982, en el marco de la guerra de Malvinas. Ese día, no escatimó pedidos, ya que luego continuó: “Te encomiendo y te consagro, Virgen de Luján, la Patria Argentina, las esperanzas y los anhelos de este pueblo”.
Podemos incluir el gesto de cariño del papa Francisco, quien el año pasado demostró su amor a la Virgen de Luján regalándole unas flores blancas en su día, y acompañando ese gesto con las siguientes palabras: “Deseo hacer llegar a todos los hijos de esta querida tierra argentina mi sincero afecto a la vez que pongo en manos de la Santísima Virgen, celestial patrona de la Argentina, todas sus alegrías y preocupaciones”. Al finalizar, pidió a la gente que estaba en la audiencia un fuerte aplauso para la Virgen.+
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