Mons. Martínez: “¿En un contexto de corrupción, es posible cambiar?”
Posadas (Misiones) (AICA): En orden a sus reflexiones cuaresmales sobre la dimensión social de la fe, el obispo de Posadas, monseñor Juan Rubén Martínez, estimó que “quizá la pregunta que nos podemos hacer en un contexto donde hay tantas situaciones de corrupción instaladas como si esto fuera lo normal, es si es posible cambiar”. El prelado dijo que la respuesta obvia es “sí, podemos cambiar, porque tenemos la certeza de la esperanza en que la vida triunfa sobre la muerte” y que el “amor pascual” de Jesucristo es el que “nos permite decir que todos podemos cambiar, potenciar lo bueno y vencer el mal que está en nosotros, y el mal que se va estructurando en nuestra sociedad”.
“Habitualmente –reconoció- tratamos de justificarnos y adaptar el camino que nos propone el Señor a nuestro obrar, aún cuando aquello que hagamos sea contrario al discipulado cristiano”.
En orden a sus reflexiones cuaresmales sobre la dimensión social de la fe, el prelado estimó que “quizá la pregunta que nos podemos hacer en un contexto donde hay tantas situaciones de corrupción instaladas como si esto fuera lo normal, es si es posible cambiar”.
“¿Podemos cambiar estos pecados sociales que ‘dañan’ nuestra relación con los hermanos, sobre todo los más pobres y frágiles, así como al bien común?”, subrayó y agregó: “Es bueno responder lo que creemos como cristianos a esta pregunta porque hace al contenido de nuestra fe”.
El obispo dijo que la respuesta obvia es “sí, podemos, podemos cambiar, porque tenemos la certeza de la esperanza en que la vida triunfa sobre la muerte. Es aquello que implica este tiempo de preparación hacia la Pascua. Jesucristo, el Señor, el que se encarnó y se hizo uno de nosotros y se reveló, sufrió, murió y nos amó hasta el fin para redimirnos. El que murió, resucitó. El amor es dar la vida y es la clave para tener la certeza que el ‘Amor Pascual’ es el que nos permite decir que todos podemos cambiar, potenciar lo bueno y vencer el mal que está en nosotros, y el mal que se va estructurando en nuestra sociedad”.
Por último, sostuvo que “para esto es necesario apostar a la verdad y no autoengañarnos; discernir qué está bien y qué está mal, realizar acciones concretas que sean fruto de nuestra decisión. Esto siempre implicará una apuesta a abrirnos al amor de Dios, y al amor de nuestros hermanos”.+
Texto completo de la reflexión
Publicar un comentario