En la homilía, el arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, cardenal Poli, destacó aspectos importantes de la vida del beato Cura Brochero aunque prefirió “no hacer una memoria histórica, sino dejar hablar al beato Brochero, quien desde el momento de su ordenación entendió su sacerdocio para la vida entera”.
Habló también de los “tesoros” del Cura Gaucho. “Por eso la Iglesia lo va a declarar santo: porque vivió su ministerio sacerdotal con fortaleza, amor, misericordia, sobriedad, pobreza, austeridad”, expresó.
“Brochero entendió bien lo que enseñó San Pablo: ‘Que la gente solo vea en nosotros servidores de Cristo y administradores de los bienes de Dios’. El padre Brocehero administró los bienes para los demás y no se le pegó nada en las manos. Ya no necesitaba nada”, continuó.
Luego, el arzobispo leyó una carta del beato a un amigo, Nicolás Orellano, en la que le confiesa que siempre se consideró “muy rico” porque “la riqueza de las personas no consiste en la multitud de miles de pesos que posee, sino en la falta de necesidades”.
“Es que yo tengo muy pocas necesidades y estas me las satisface Dios por sí mismo y las otras -como son las relativas a la vista, al vestirme- otras personas buenas. Yo soy considerado siempre muy rico”, dice la carta del beato Cura Brochero que citó el cardenal Poli. “Así consideró su pobreza: una riqueza”, concluyó el cardenal.
Al finalizar la misa, el arzobispo de Buenos Aires dijo a los periodistas presentes que el beato José Gabriel del Rosario Brochero es “un camino abierto al Cielo” y agradeció la presencia de las autoridades que participaron de la celebración ya que “Brochero respetaba a todos y pedía mucho por la Patria”.
Fueron miles de fieles los que participaron de las actividades que se desarrollaron durante la Semana Brocheriana, especialmente en la clausura.
Entre otros testimonios, el obispo de San Rafael, monseñor Eduardo María Taussig, comentó que la canonización del Cura Gaucho es “una gracia que nos estimula a todos, particularmente a los sacerdotes. El Cura Brochero ha tenido que afrontar los mismos desafíos que tienen que afrontar nuestros curas aún en nuestro tiempo, por eso se nos hace muy cercano”.
El obispo de Río Gallegos, monseñor Miguel Ángel D'Annibale, también presente en Villa Cura Brochero, contó que “los sacerdotes de la diócesis de Río Gallegos tienen una devoción muy fuerte por el beato Cura Brochero y la gran mayoría asistió a la beatificación”.
Y agregó: “También, así como se está construyendo una capilla dedicada al beato en Villa Cura Brochero, se está realizando otra en Tierra del Fuego, en Río Grande, la cual tal vez se llamará San Cura Brochero, si es que al momento de finalizar su construcción el beato ya fue canonizado”. +
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