El espectáculo se abrió con una canción dedicada al papa Francisco que compuso un músico español sin hogar.
La Limosnería Apostólica organizó el traslado de los invitados del pontífice, quienes estuvieron acompañados por voluntarios y equipos de médicos y enfermeros.
"Eso es bueno para el alma. Necesitamos belleza", comentó Francisco el año pasado al recibir para una audiencia especial a los artistas de circo.
La tarde de circo debería servir como "alivio a nuestros hermanos más pobres para que puedan superar las pruebas y dificultades de la vida que a menudo nos parecen insuperables", explicó en un comunicado la oficina del Vaticano responsable de las obras de caridad del Papa.
Un servicio médico móvil fue instalado en frente de la enorme carpa para atender consultas y un refrigerio fue ofrecido al final del espectáculo.
Según la página Vatican Insider, la flota de colectivos de la Santa Sede, que se utiliza normalmente para transportar a los prelados, fue empleada para llevar a los espectadores.
"Ha sido una gran emoción para nosotros", confesó la dueña del circo, Daniela Vassallo, a Radio Vaticano, tras recordar que, como los indigentes, la gente del circo suele ser también marginada por la sociedad.
"Sabemos que son personas a las que podemos hablarles, que reciben el mensaje. Entran titubeantes y se van con una sonrisa" comentó.+
This entry passed through the Full-Text RSS service - if this is your content and you're reading it on someone else's site, please read the FAQ at fivefilters.org/content-only/faq.php#publishers.
Publicar un comentario