Durante el encuentro se habló de la conclusión y la aplicación del Acuerdo Nuclear y se puso de relieve el significativo papel que Irán está llamado a desempeñar, junto con otros países de la región, en la promoción de soluciones políticas adecuadas a las diversas problemáticas que afligen a Medio Oriente, contrastando la difusión del terrorismo y el tráfico de armas.
Al respecto, se recordó la importancia del diálogo interreligioso y la responsabilidad de las comunidades religiosas en la promoción de la reconciliación, de la tolerancia y de la paz.
La delegación iraní compuesta por 12 personas, entre ellas el ministro de exteriores iraní, Mohammad Javad Zarif, llegó al palacio pontificio pasadas las 11 y la reunión en privado del Papa con Rohani comenzó, unos minutos después en la Biblioteca.
La conversación se prolongó durante 40 minutos y se desarrolló con la ayuda de dos traductores, uno que traducía al papa del farsi al italiano, y una funcionaria de la embajada iraní - la única mujer de la delegación - que se encargaba de la traducción del italiano para el presidente de Irán.
Tras el coloquio se procedió al saludo de la delegación al papa y posteriormente a la tradicional entrega de regalos que, por parte del mandatario iraní, fueron una alfombra persa hecha a mano y un libro de grandes dimensiones con miniaturas en su interior.
Por su parte, Francisco, como lo suele hacer con todos los jefes de Estado, obsequió a Rohani un medallón de San Martín de Tours y le explicó que es el ejemplo del donar a los pobres y de la “hermandad gratuita” y le regaló un ejemplar de la encíclica Laudato si'” sobre la defensa del medioambiente y se excusó por no tener una versión en farsi, por lo que le entregó el volumen en italiano y en árabe.
Al despedirse, Francisco agradeció la visita al presidente iraní y le dijo: “Espero por la paz”, en una referencia probablemente al contenido de los temas que abordaron en la reunión.
Mientras que Rohani le pidió que rezase por él, aseguró que había sido “un placer” esta visita y le deseó buen trabajo.
Concluido el encuentro con el Pontífice, el mandatario iraní se reunió con el cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado, y al arzobispo Paul Richard Gallagher, secretario para las Relaciones con los Estados.
El encuentro del Papa con Rohani –que estaba previsto para el pasado noviembre y que se aplazó tras los atentados de París- podría ser muy importante en el diálogo con el islam y el chiismo y para la estabilidad internacional, ya que Rohani es a la vez jefe político y religioso.
La visita del mandatario iraní al papa argentino llega casi 17 años después de la que realizó Mohamed Jatami a Juan Pablo II en marzo de 1999.+
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