La campaña mediática fue iniciativa de la sección Migrantes y Refugiados del Dicasterio Vaticano para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, y responde al tema elegido por Francisco para la 103º Jornada Mundial del Migrante y Refugiado, que se celebró en el Hemisferio Norte el 15 de enero: “Migrantes menores, vulnerables y sin voz”. En la Argentina se celebra el primer domingo de septiembre. Se estima que la mitad de los refugiados en todo el mundo son menores de 18 años.
Los mensajes que se publicaron desde las cuentas de @Pontifex en sus distintos idiomas fueron: “Los migrantes menores de edad, especialmente los que están solos, se encuentran desprotegidos. Ayudémosles, hagámonos cargo de ellos”; “Los niños obligados a huir de los conflictos son los más indefensos, sobre todo si están solos. Recemos por ellos y ayudémosles”; “Explotadores sin escrúpulos dañan a tantos niños, tratados como mercancía y esclavizados. Dios bendiga a quienes los liberan” y “Que la Sagrada Familia vele sobre todos los migrantes menores de edad, y acompañe en su camino a los más vulnerables y sin voz”.
Los tuits del Papa remitían a su vez a la recientemente estrenada cuenta de la sección de Migrantes y Refugiados del Dicasterio (@M_RSeccion). Tanto allí como en el perfil de LinkedIn de la sección, se publicaron algunas historias concretas que ponían rostro a las peticiones del Papa.
Uno de los ejemplos es Mohamad, un niño obligado a huir de Irak: “Sus padres fueron asesinados delante de él durante la guerra. Él sufrió disparos en las piernas y la cirugía realizada en malas condiciones en un hospital local empeoró la herida. Consiguió encontrar refugio en Rumania en 2014, cuando tenía 15 años”.
La historia compartida en LinkedIn explica cómo el joven, asustado y dolorido, fue rescatado por el Servicio Jesuita al Refugiado, que lo ayudó a obtener un tratamiento médico especializado. En otro de los casos se cuestiona: “¿Cómo podemos permanecer indiferentes con lo que le está pasando a la humanidad?”.+
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