Padre “Pepe” Di Paola: “Se quiere achicar el mensaje de Francisco, porque es un mensaje que interpela”
Al ser consultado sobre las claves para comprender la palabra y la misión propuesta por Francisco, el padre Pepe destacó que la mirada que hoy tiene el Papa sobre la Iglesia, el sacerdocio, el mundo, la pobreza, no es novedad para quienes lo conocen y lo aprecian como “padre espiritual”, puesto que es la misma visión que tenía cuando desarrollaba su labor pastoral al frente del arzobispado de Buenos Aires.
El “cura villero”, describió a Francisco como “una persona muy espiritual, muy sólida en lo que piensa”, con bases serias y profundas: “Se ha potenciado y se transmite al mundo de una manera clara y contundente que produce una aceptación muy grande en la gente, fundamentalmente en los pobres, la gente común, la gente sencilla de la Iglesia y aun en las que se habían ido de ella”, aseguró.
“Yo siempre digo que él no miró a Buenos Aires desde la Plaza de Mayo que era el lugar donde vivía, sino que él miraba a Buenos Aires desde la periferia”, sostuvo el sacerdote, recordando las ocasiones en que, como arzobispo, Bergoglio se refería a “la liviandad con que Buenos Aires miraba al pobre”.
“Por muchos años que a mí me tocó estar en la Villa, ningún funcionario nos visitó. Ningún medio de comunicación fue a las Villas. Y de pronto la única persona que iba caminando los barrios y visitando las familias, que reemplazaba a los curas cuando estaban enfermos era Bergoglio”, enfatizó, reconociendo en esos antiguos gestos el germen de un pontificado en el que se tienen en cuenta la pobreza, la marginalidad, las migraciones, la infancia y la juventud hipotecada por la droga y la violencia.
"Francisco les está hablando del Evangelio"
En cuanto a las apreciaciones de tinte político que suelen hacerse de la palabra del Papa, el padre Pepe consideró que “se quiere achicar el mensaje, porque es un mensaje que te interpela”, y explicó que “al ser un mensaje que te interpela y que te debe provocar una respuesta es preferible marginarlo. Y yo lo puedo marginar diciendo que está diciendo una tontería o que tiene que ver con su propia ideología y no con un mensaje que contiene lo que un Papa o la Iglesia debe decir”.
“Francisco les está hablando del Evangelio. Entonces se ponen mal porque perdona a una persona que lo ofendió todo el tiempo que estuvo en Buenos Aires. Se ofenden porque regala un rosario a una persona que está en la cárcel. Él tiene una gran preocupación por toda la problemática carcelaria, principalmente en Latinoamérica. Es una marca de su papado en todo el mundo, a la luz de su experiencia aquí con todo lo que tiene que ver con el trato de la cárcel y la delincuencia juvenil”, detalló el presbítero Di Paola, atribuyendo a Francisco una “mirada macro”, que le permite ver “un poquito más allá”.
Francisco y el problema de las adicciones
Al referirse al problema de las drogas en las villas, consideró importante la propuesta de “trabajo positivo”, que implica la adhesión de los niños, adolescentes y jóvenes a los valores cristianos. Desde esta mirada, afirmó el párroco de San Juan Bosco, de Villa La Cárcova, el Papa ve la cárcel “como un eslabón de una guerra perdida”.
El sacerdote reconoció que Francisco “es uno de los pocos o el único líder mundial” que está poniendo el tema de la lucha contra las drogas en los primeros lugares, siendo el único que lo pone en su agenda de forma permanente, porque “está velando por la salud del ser humano desde la infancia, tratando que desarrolle sus capacidades como Dios se las ha regalado a cada uno con sus dones y vea el narcotráfico como una contracara, como aquel que lo viene a destruir”.
El Papa argentino
“¿Será que nadie es profeta en su tierra?”, planteó el padre Pepe al identificar que en la Argentina “no tomamos conciencia de que tenemos delante de nosotros un argentino que para el resto del mundo es un referente”, y del momento espiritual que estamos atravesando: “Tenemos el líder espiritual más importante del mundo que es de nuestra tierra y está transmitiendo un mensaje lleno de sabiduría. ¿Qué hacemos escuchando otras cosas o mirando para otro lado?”, interrogó, atribuyendo a los medios la responsabilidad de tomar el mensaje de Francisco y transmitirlo “con una orientación que hace que se pierda el espíritu de sabiduría de sus actos y sus palabras”.
“Espero que realmente aprovechemos este medio que es L’Osservatore para conectarnos espiritualmente con el Papa, con su pensamiento y su palabra. Porque estamos hablando de que siempre tuvimos un guía espiritual en la Iglesia de otro país lejano y hoy tenemos un Papa que es de nuestra tierra. Entonces, desaprovechar esta oportunidad es de tontos”, concluyó.
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