Mons. Lozano reflexionó sobre “Comunicar esperanza y confianza en nuestros tiempos”
Publicado el 24 de enero, en la festividad de San Francisco de Sales, patrono de los periodistas, el mensaje del Papa destaca que “la mente del hombre está siempre en acción y no puede dejar de ‘moler’ lo que recibe”, pero está en cada uno decidir si moler trigo o cizaña. En consonancia con las palabras de Francisco, monseñor Lozano reflexionó sobre situaciones concretas en las cuales sembramos y molemos cizaña, “masticamos bronca y rencor”.
“Me gustaría con este mensaje llegar y animar a todos los que, tanto en el ámbito profesional como en el de las relaciones personales, «muelen» cada día mucha información para ofrecer un pan tierno y bueno a todos los que se alimentan de los frutos de su comunicación”, expresa el mensaje del Papa, exhortando a una comunicación constructiva, en rechazo de los prejuicios, y que “fomente una cultura del encuentro que ayude a mirar la realidad con auténtica confianza”.
“Es necesario superar la tentación de mostrar el escándalo, la depravación y la maldad como la única cara de la moneda”, enfatizó el arzobispo coadjutor de San Juan de Cuyo, reconociendo que “cuando se nos presentan calamidades sin salida, muchas veces se apagan sentimientos y deseos de transformar lo negativo. Corremos el riesgo de dejarnos doblegar en los anhelos y compromisos por dar vuelta la injusticia, y terminar por claudicar en los ideales”.
En su mensaje, el Santo Padre insiste en que la buena noticia que es Jesús, no es buena por prescindir del sufrimiento, sino “porque contempla el sufrimiento en una perspectiva más amplia, como parte integrante de su amor por el Padre y por la humanidad”. Ante esa realidad, Dios es Padre que nunca olvida a sus hijos: “No temas, que yo estoy contigo”, es la palabra consoladora de un Dios que se implica desde siempre en la historia de su pueblo.
El prelado considera a Jesús como “un gran comunicador”, que sabía tocar el corazón humano, abrirlo a horizontes de sentido y de grandeza de manera simple y profunda, y retoma el mensaje del Papa, que en sus últimas líneas sostiene que “quien se deja guiar con fe por el Espíritu Santo es capaz de discernir en cada acontecimiento lo que ocurre entre Dios y la humanidad, reconociendo cómo él mismo, en el escenario dramático de este mundo, está tejiendo la trama de una historia de salvación”. El hilo con el que se teje esta historia, explica el Papa e insiste monseñor Lozano, es la esperanza, “y su tejedor no es otro que el Espíritu Consolador. La esperanza es la más humilde de las virtudes, porque permanece escondida en los pliegues de la vida, pero es similar a la levadura que hace fermentar toda la masa”.+
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