Los obispos animaron a los sacerdotes al servicio y a ser instrumentos de unidad

Los obispos presidieron en sus respectivas catedrales la Misa Crismal, en la que los sacerdotes renuevan las promesas que iniciaron al ordenarse, se consagra el Santo Crisma y se bendicen los óleos que se usarán durante el año en los sacramentos.

En sus homilías, los prelados llamaron a los sacerdotes a un discernimiento espiritual, a renovar su servicio pastoral, a reflexionar sobre la crisis en las vocaciones de especial consagración y a “conmoverse” por la vida de los hermanos más frágiles, heridos y cansados.

Asimismo, citaron las enseñanzas del papa Francisco y pusieron al Santo Cura Brochero como modelo de pastor con olor a ovejas a seguir.

Card. Mario Aurelio Poli (Buenos Aires): "El sacerdocio que brota del costado del crucificado, reconoce que Él es nuestro único Rey, y nosotros somos su reino, ya : 'hechos reino'; y lo que fue centro de la predicación y enseñanza de Jesús, ahora es nuestra principal misión: anunciar a todos los hombres que su reino de amor y justicia está presente entre nosotros, todavía en cierne, hasta que Cristo sea todo en todos. Mientras tanto, nuestro sacerdocio debe mediar entre el proyecto providente de Dios, que quiere que todos los hombres se salven – lex suprema -, y los poderes de este mundo que cierran las puertas a sus pequeños. Él nos regaló un sacerdocio de mediación, acaso para alabarlo y entregar generosamente los dones que hemos recibido, 'como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios', a su pueblo". Texto completo

Mons. Carlos Maria Franzini (Mendoza): “El sacerdote que quiere ser fiel a su identidad necesita identificarse cada día más con Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote ‘que, siendo rico, se hizo pobre por nosotros, a fin de enriquecernos con su pobreza’. Para ello habrá de partir de la viva conciencia de lo poco que necesita para vivir una vida digna y sobria, preocupada sólo por el servicio de su pueblo. No hace falta mucho para vivir como la Iglesia nos propone a los pastores… La pobreza nos hace libres y nos impide quedar atrapados en sutiles afanes por ‘asegurarnos’ un bienestar material que tiene poco de Evangelio. » Texto completo de la homilía

Mons. Juan Puiggari (Paraná): “Quiero invitarlos a centrar el corazón en la esperanza. El presente se puede vivir si vemos una meta. Hoy se nos exige un claro testimonio de una esperanza verdadera que nace de la fe y en ella se apoya... La crisis y la falta de fe se proyectan en una crisis de esperanza. Muchos de nuestros hermanos se ven perdidos y se aferran al presente visible. Este clima entra a nuestro corazón. El mundo nos contagió de su desilusión y amargura. Terminamos por agotarnos física y espiritualmente. Hay un cierto desaliento. Existe una tentación de la desesperanza... Hoy no es tiempo para mediocres. Los tiempos son como nosotros. La Pasión de Cristo no vino a suprimir los tiempos difíciles sino a enseñarnos a superarlos con serenidad y alegría. Él no vino a suprimir la cruz sino a darle sentido".

Mons. Héctor Aguer (La Plata): “La unción sacerdotal es también profética: anunciar la Buena Noticia, proclamar la verdad que se encuentra en la visión cristiana del mundo, e implica un juicio sobre los errores de nuestro tiempo. El injusto monopolio de la mentira, que puede ahora agravarse mediante la necia charlatanería de las redes sociales, no tiene que arredrar al sacerdote, por temor o por ignorancia. Al coraje ha de unirse el estudio, hacerse tiempo para él, y preservarse del vértigo del activismo; la vida sacerdotal no se agota en la acción, porque la contemplación es algo así como su retaguardia. Si no se cumple esta condición, ¿de qué va a hablar? ¿Qué sustancia puede llenar su predicación? Lo expresa con elocuencia la fórmula clásica: contemplar y transmitir a los demás lo contemplado. De eso se trata”. » Texto completo de la homilía

Mons. Luis Urbanc (Catamarca): “Como sacerdotes nos preocupamos naturalmente por el hombre entero, por sus necesidades físicas: de los hambrientos, los enfermos, los sin techo, etc. Pero no sólo nos preocupamos de su cuerpo, sino también precisamente de las necesidades del alma del hombre: de las personas que sufren por la violación de un derecho; de las personas que se encuentran en la oscuridad respecto a la verdad; que sufren por la ausencia de verdad y de amor. Nos preocupamos por la salvación de los hombres en cuerpo y alma”. » Texto completo de la homilía

Mons. Luis Collazuol (Concordia): “Oren por nosotros. A María Madre de Jesús y Madre nuestra, le rogamos hoy su intercesión para ejercer con generosidad y caridad el ministerio de obispo, de presbítero y de diácono confiado por su Hijo. Somos hombres de barro; María nos ayude a buscar el perdón en las caídas, a ser fuertes en la debilidad, a soportar la incomprensión y el rechazo, a perseverar en el camino de la santidad y en los medios para alcanzarla, a levantarnos cada día con el deseo de darlo todo por los hermanos. Ella nos ayude a vivir al estilo de Cristo Sacerdote y según los sentimientos de su Corazón”. » Texto completo de la homilía

Mons. Antonio Marino (Mar del Plata): “Queridos hermanos sacerdotes: nuestras parroquias e instituciones, y en ellas hombres y mujeres de todas las edades, reclaman nuestra alegría, la necesitan y tienen derecho a ella. No se trata de una alegría cualquiera y superficial, sino de aquella que brota de la fidelidad de un corazón convencido de que Cristo es su fuente y que bien vale la pena consagrarle toda la vida como sus servidores… Ustedes son reflectores de la luz que es Cristo, para que los hombres no tropiecen en las tinieblas. Ustedes ejercen un ministerio de gloria, aunque no se publicite ni aplauda. Lo ve el Señor y eso les basta”. » Texto completo de la homilía

Mons. Fernando Maletti (Merlo-Moreno): "Recordémoslo siempre: el corazón de Dios tiene un sitio preferencial para los pobres, tanto que hasta Él mismo se hizo pobre... Como Pueblo de Dios en Merlo-Moreno estamos llamados a descubrir a Cristo en ellos, a prestarles nuestra voz en sus causas y, además, a ser sus amigos, a escucharlos, a interpretarlos, a recoger la 'la misteriosa sabiduría que Dios quiere comunicarnos a través de ellos'. Para esto, es un glorioso destino y una celestial realidad estar insertados en este Oeste del Gran Buenos Aires, donde Dios nos pide amor a los pobres, amor eficaz; que ellos lo noten... Amor a los pobres es salir a buscarlos, es ir donde se encuentran, es acompañarlos en sus luchas por la dignidad, es conocer sus casas, sus familias y tener un contacto mano a mano con sus necesidades. El amor en salida nos hace capaces de escuchar sus clamores". » Texto completo de la homilía

Mons. Ariel Torrado Mosconi (Nueve de Julio): “Sabemos, que el bien más preciado de la Iglesia es la unidad… Por eso les pido encarecidamente que la cultiven y la primen entre ustedes y entre todo el pueblo santo de Dios… Hoy más que nunca, en nuestra patria, tenemos que ser signos de comunión. Son muchas las divisiones, las discordias y los peligros de acrecentar los odios y la violencia en el mundo de hoy… Particularmente, en nuestro país, donde algunos hablan de las grietas cada vez más hondas que nos separan a los argentinos y que muchas veces se busca ahondar como una forma estratégica de tener preponderancia sobre los otros… El Evangelio no será creíble si no damos testimonio de comunión. Por eso debemos convertirnos, hoy más que nunca, en instrumentos de unidad en cada una de nuestras comunidades”. » Texto completo de la homilía

Mons. Santiago Olivera (obispo castrense electo): "La vestimenta sagrada del sumo sacerdote es rica en simbolismos... Esto significa que el sacerdote celebra cargando sobre sus hombros al pueblo que se le ha confiado y llevando sus nombres grabados en el corazón. Al revestirnos con nuestra humilde casulla, puede hacernos bien sentir sobre los hombros y en el corazón el peso y el rostro de nuestro pueblo fiel... continuaba Francisco. El óleo precioso que unge la cabeza de Aarón no se queda perfumando su persona sino que se derrama y alcanza 'las periferias'. El Señor lo dirá claramente: su unción es para los pobres, para los cautivos, para los enfermos, para los que están tristes y solos". » Texto completo del mensaje

Mons. Marcelo Martorell (Puerto Iguazú): “Hoy los sacerdotes nos constituimos en guardianes de los Santos Óleos y dispensadores de los mismos, llamados a la santidad de vida a pesar de nuestra fragilidad humana. El año pasado les decía para tener la felicidad en el corazón de ser dispensadores de la gracia ‘debemos reencontrarnos con Cristo’ , fundamentalmente a través de la oración y de la búsqueda de su amistad, renovarla si nos es posible cada día frente al sagrario donde mora el Amigo de los Amigos, el que siempre está, el que no nos olvida a pesar de nuestros pecados , el que nos ama sin fronteras y nos da cada día la mano para alzarnos. El que toca con sus manos nuestras cabezas y nos bendice, el que entra en nuestros corazones y nos alienta a seguir los caminos de la vida en amor a nuestra consagración”. » Texto completo de la homilía

Mons. Carlos Tissera (Quilmes): "Esta misa, en la que celebramos la abundancia de Vida que brota del Corazón sacerdotal de Jesucristo, el Ungido del Padre, nos fortalece en nuestro compromiso bautismal. Queremos ser servidores de la mesa compartida. La desigualdad en nuestra sociedad nos invita a trabajar con mayor empeño en ser discípulos que saben compartir la mesa de la vida, mesa de todos los hijos e hijas del Padre, mesa abierta, incluyente, en la que no falte nadie... Tenemos presente a Micaela García, brutalmente asesinada estos días. Nos comprometemos a defender a los más débiles, especialmente a los niños, enfermos, discapacitados, jóvenes en riesgo, ancianos, presos, migrantes... Queremos contribuir para garantizar condiciones de vida digna: salud, alimentación, educación, vivienda y trabajo para todos". » Texto completo de la homilía

Mons. Luis Alberto Fernández (Rafaela): “Este sacerdocio ministerial ordenado, está al servicio del sacerdocio común de los fieles, no son un delegado o un representante de la comunidad, sino un don para el Pueblo de Dios, por la Unción del Espíritu y por su especial unión con Cristo Cabeza, que no vino a ser servido, sino a servir a los hermanos. El celibato posibilita una especial configuración con el estilo de vida de Cristo y lo hace signo de su caridad pastoral, en la entrega a Dios y a los hombres con corazón pleno e indiviso. El sacerdote, al estilo del Buen Pastor está llamado a ser hombre de la misericordia y la compasión, cercano a su Pueblo y servidor de todos, particularmente de los que sufren grandes necesidades”. » Texto completo de la homilía

Mons. Sergio Buenanueva (San Francisco): “Volvamos la mirada a Jesucristo, para contemplar en Él el misterio luminoso de su sorprendente y exquisita libertad humana. Nadie ha escuchado con tanta atención la Voz del Padre como Él. Nadie le ha obedecido con tanta fidelidad, confianza y entrega como Él. Nadie, por eso mismo, ha alcanzado un grado tan elevado de libertad como Jesús, el Hijo amado. Para nosotros, esa experiencia tiene un nombre: ‘discernimiento espiritual’. Tendremos que volver sobre este tema. A punto de consagrar el crisma y los óleos, digamos solamente esto: si se trata del paso del Espíritu de Dios por lo concreto e irrepetible de una vida, discernir es ponernos deliberadamente en crisis, confrontando nuestra vida con el Evangelio, dejándonos también juzgar por él, a fin de sentir cómo y por dónde está pasando el Espíritu de Cristo en la vida de nuestra diócesis, de sus comunidades, de cada uno de nosotros”. » Texto completo de la homilía

Mons. Pedro Martínez Perea (San Luis): "No elijamos ser lo que no somos. No somos dirigentes de un grupo. No somos algo importante. Somos lo despreciado del mundo. Dios nos elije para que se manifieste su poder y su obra, y no la nuestra. Es necesario que Él crezca y que yo disminuya… Lo propio del sacerdote es la liturgia, renovemos la grandeza de la liturgia de la Iglesia, preocupémonos por la vida litúrgica para que cada fiel que entre a misa salga renovado porque estuvo con Dios y pudo adentrarse a su grandeza que lo tocó en el templo… Que ninguna actividad cobre mayor importancia que el trato íntimo con Jesucristo, sobre todo cuando las cosas se nos hacen difíciles".

Mons. Vicente Bokalic (Santiago del Estero): “Mama Antula y el Cura Brochero son faros que iluminan nuestro caminar en tiempos nuevos, en situaciones parecidas a la que le tocó a vivir a ellos, por eso son inspiradores de nuestros tiempos. Como ellos (los sacerdotes) estamos llamados a ser testigos, discípulos y misioneros, pastores alegres y sembradores de esperanza. ¡Qué difícil es hablar de la alegría, en medio de tanta dureza en nuestras vidas, en crisis!.. No ahoguemos el espíritu que actúa en nosotros y en la Iglesia. Aun rodeados de tantas calamidades y peligros, siendo conscientes de ellos y haciéndonos cargo del sufrimiento de tantos hermanos nuestros, no podemos ser profetas de calamidades y desesperanzas. Necesitamos acompañar en los dolores nuevos a las comunidades".

Mons. Gustavo Montini (Santo Tomé): “Nos toca acompañar a un pueblo que vive situaciones duras. Un pueblo que como bien nos lo recuerda el papa Francisco está ‘herido’; la corrupción que lamentablemente ha penetrado discretamente en los distintos ambientes, la dificultad para encontrar trabajo y la pérdida del sentido del trabajo, la pobreza generalizada, el clima crispado y violento en que nos movemos, la ausencia de figuras significativas que nos animen a crear climas positivos, el creciente drama de las adicciones, el desafío del acompañamiento a los jóvenes y a las familias”. » Texto completo de la homilía.+

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