Las celebraciones comenzaron en la noche del miércoles, cuando la comunidad reunida en la Plaza Libertad, frente a la catedral basílica, disfrutó de un espectáculo denominado “Todos somos futuro”. A la hora cero, la multitud cantó el feliz cumpleaños a la ciudad, en medio de un espectáculo de fuegos artificiales.
En la mañana del jueves, los fieles participaron de una procesión con la imagen del santo por las calles de la ciudad, acompañados por los miembros de la academia de danzas folclóricas “Juan Saavedra”, mientras sonaban piezas del cancionero santiagueño.
El obispo de Santiago del Estero, monseñor Vicente Bokalic CM, presidió la misa en honor de Santiago Apóstol y consagró el templo que lleva su nombre, en la ciudad de La Banda.
La Eucaristía estuvo concelebrada por el rector del seminario, presbítero Julián Cuevas; el párroco de Nuestra Señora de La Salette, presbítero Roberto Butler; el párroco de Cristo Rey, presbítero Carlos Paz; y el párroco local, presbítero Alberto Villaseñor Jiménez.
La celebración se centró en el rito de Consagración del Templo. En su homilía, el obispo señaló: “Después de 27 años vamos a consagrar este templo al Señor. Pasaron muchos años, hubo mucha gente que también trabajó en el antiguo templo”.
El obispo recordó que Jesús “consideraba el templo como casa de oración y ante todo, Casa del Padre. En la historia sagrada, podemos encontrar que el hombre necesitaba un lugar para encontrarse con su Dios, para manifestar su grandeza y la gloria del Señor”.
“El templo es el lugar donde nosotros nos sentimos identificados. Cuántas veces hemos participado en el encuentro con Dios y con nosotros, nos reencontramos como hermanos. La vida cotidiana nos tiene muy agobiados por las adversidades, pero venimos al templo a encontrarnos con el Dios de la vida, la paz y la verdad. En Él vivimos, nos movemos y existimos. En él recuperamos las fuerzas”.
Recordando las palabras de San Juan Pablo II, quien decía que los templos “deben ser casa y escuela de la comunión, en donde se pueda compartir la fe”. En ese sentido, animó: “Necesitamos afianzarnos como familia y comunidad. Necesitamos crecer. No podemos decir que amamos a Dios si entre nosotros hay diferencias; debemos construir todos los días”.
Al finalizar la homilía, el prelado continuó con el rito de consagración, ungiendo el nuevo altar con los santos óleos. El párroco anfitrión hizo lo propio con doce cruces ubicadas en los pilares del templo. Con los bombos repiqueteando al ritmo de la chacarera, culminó la misa.
Por la tarde, el obispo de Nueve de Julio y anterior obispo auxiliar de Santiago del Estero, monseñor Ariel Torrado Mosconi, presidió una misa en la que destacó la importancia del templo.
“Reflexionar sobre el templo nos hace descubrir la presencia y la cercanía de Dios. Sin duda el templo siempre nos evoca que Dios está cerquita de nosotros, que Dios es vecino, es cercano, que Dios está habitando en medio de nosotros. Este templo ya hace muchos años que es signo de gracias y de presencia de Dios en nuestro pueblo”, expresó en su homilía.
“Al ser consagrado por el obispo se vuelve un ámbito especial de gracia, por eso hoy todos nosotros tenemos que agradecerle a Dios y tomar conciencia de que el templo de Dios en realidad somos nosotros como comunidad”, advirtió.
En ese sentido, llamó a “crecer en los vínculos de comunión entre nosotros, no criticarnos, aprender a escucharnos, a comprendernos, a acompañarnos, compartir lo que tenemos, nuestros talentos, eso es lo que el Señor espera de nosotros dándonos esta gracia de que nuestro templo haya sido consagrado. ¡Qué hermoso es saber que nunca estamos solos!”, exclamó.
Por la noche, los festejos continuaron en el parque Aguirre, donde las bajas temperaturas no impidieron que una multitud se reuniera a disfrutar del festival “Madre de Ciudades” que convocó a artistas como Luciano Pereyra y Los Palmeras.+
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