El párroco del lugar, padre Juan Estrade, recibió con gran generosidad a la comunidad greco-católica. En sus palabras de bienvenida, destacó que las liturgias orientales nos remontan a los orígenes del cristianismo, y animó a los fieles de rito latino a apreciar los signos y palabras.
La Divina Liturgia estuvo presidida por el padre Marcelo Klekailo, y fue cantada en español y ucranio. En la homilía, el padre Marcelo comentó el Evangelio en que Jesús libera a dos hombres atormentados por el demonio.
Al respecto, señaló que el demonio “usa el desencuentro como su arma más poderosa, generando divisiones y peleas”. Por eso, destacó, “en el Padrenuestro pedimos ‘líbranos del mal’, de los desencuentros que nos llevan a la falta de amor”.
Al finalizar, el canciller de la Eparquía Santa María del Patrocinio, padre Nazariy Kashchak, saludó a los fieles en nombre del obispo y agradeció al padre Estrade por su compromiso con un ícono de San Basilio Magno.
Además, recordó a los miembros de la comunidad que a ejemplo de los primeros inmigrantes, el centro de la vida se afirma en la fe en Dios, y alrededor de ella se suman todas las expresiones culturales y artísticas de un pueblo. +
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