"El reino de Dios no es una religión del espectáculo: que siempre estamos buscando cosas nuevas, revelaciones, mensajes. Dios habló en Jesucristo, esta es la última palabra de Dios. Lo otro son como los fuegos artificiales, que te iluminan por un momento y luego ¿qué queda? Nada. No hay crecimiento, no hay luz, no hay nada: un instante", sostuvo.
"Muchas veces fuimos tentados por esta religión del espectáculo, del buscar cosas ajenas a la revelación, a la mansedumbre del reino de Dios que está en medio de nosotros y crece. Y esto no es la esperanza, es el deseo de tener algo en la mano", advirtió.
"Nuestra salvación se da en la esperanza, la esperanza que tiene el hombre que siembra el trigo o la mujer que prepara el pan, mezclando levadura y harina: la esperanza de que crezca. En cambio esta luminosidad artificial se da toda en un momento y luego se va, como los fuegos artificiales: no sirven para iluminar una casa. Es un espectáculo", agregó.
Tras preguntar “qué debemos hacer mientras esperamos que venga la plenitud del reino de Dios”, el pontífice respondió: “Debemos custodiar. Custodiar con paciencia”.
“La paciencia en nuestro trabajo, en nuestros sufrimientos. Custodiar como custodia el hombre que plantó la semilla y custodia la planta y busca que no haya malas hierbas cerca de ella, para que la planta crezca. Custodiar la esperanza", subrayó.+
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