Mons. Maletti reivindicó la lucha serena del militante social asesinado
El prelado aseguró que a Méndez lo ajusticiaron “malamente” por defender los valores, la vida y la justicia, y explicó los motivos que llevaron a celebrar la Eucaristía en este santuario dedicado al patrono de la Providencia y del Pan y del Trabajo.
“Lo hacemos aquí, en este lugar. Quisieron la CTEP, la Pastoral (de Drogadependencia) y también la familia hacerlo aquí, bajo este techo del santuario de los trabajadores, del santo del Pan y del Trabajo, donde él aquí entró y salió muchas veces”, subrayó.
“Donde él, desde su posición como ser humano con compromiso político, encontraba en el fenómeno popular de San Cayetano una articulación para seguir adelante y luchar también desde los valores del espíritu. Para seguir luchando por la justicia, en especial por los derechos de los más pobres, marginados, débiles y descartados de la sociedad”, agregó.
Al dirigirse a la esposa de Méndez, monseñor Maletti le recordó: “Algo de ustedes también se fue con él. Y cuando alguien que queremos mucho se va, se hace una nueva comunicación espiritual en la oración”.
El obispo dijo que esta misa es también por los valores por los que Méndez luchó y murió: “Recordemos que él murió haciendo el bien, defendiendo a una persona que estaba siendo infringida por una injusticia, él dio la vida para evitar un mal, como seguramente le enseñaron sus padres y sus abuelos. Y como también aprende en la organización cristiana iluminada, por el papa Francisco, la CTEP, a la que él pertenece”.
“Por eso hay una nueva comunicación que es la comunicación en la oración y en los valores que él deja. En todos los principios que él sostuvo y que ahora, de golpe, aparecen todos juntos para que sigamos luchando, para que no bajemos los brazos y para que en ese sentido la marcha, la caminata hacia la comisaría pidiendo justicia de esta tarde sea simplemente un hito y un punto de una lucha que no tiene que terminar”, sostuvo.
“Una lucha pacífica, una lucha serena, una lucha no ‘a lo loco’, pero sí una lucha para que la justicia sea justicia y podamos saber quién –y si es necesario perdonar como Jesús– pero saber quién y que los valores de nuestro querido César queden en alto”, añadió.
Por último, monseñor Maletti pidió que “el alma de César y las almas de todos los fieles difuntos por la misericordia de Dios descansen en paz”.
La misa fue concelebrada por los sacerdotes Eduardo Drabble y Gabriel Agostinelli, y contó con la asistencia del seminarista Guillermo Reales. Participaron Maritza Meza, esposa de Méndez; el secretario general de CTEP, Esteban “Gringo” Castro; el intendente de Moreno, Walter Festa, además de integrantes del movimiento popular y compañeros de militancia del fallecido.
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