“El creciente subjetivismo de la fe impide volver a Dios”, advirtió el obispo de Posadas
“Cuántas familias se reúnen, festejan y se olvidan el sentido y el porqué del festejo. Cuántos saludos de fin de año y deseos de felicidades, que siguen marginando a Jesús”, lamentó.
El obispo subrayó que “la fe necesita ser compartida y requiere nuestro compromiso y nuestra búsqueda de comunión con otros hermanos que están en el mismo camino”.
Asimismo, consideró que “una de las dificultades para volver a Dios en este inicio del siglo XXI es el creciente subjetivismo de la fe. Cuando nos pasa esto es porque fuimos acomodando la fe a nuestro parecer, a nuestros afectos, a nuestros criterios”.
“Es una tendencia fuerte este excesivo subjetivismo que nos lleva a adecuar la propuesta de Jesucristo, el Señor, a lo que nos parece y a lo que nos gusta en el momento, eludiendo aquello que nos enseña el Evangelio. Si bien es cierto que su propuesta habitualmente es exigente, tenemos la certeza que siempre el camino que Él nos propone lleva a la verdadera felicidad”, sostuvo.
Monseñor Martínez afirmó que “tan próximos a la Nochebuena y a la Navidad debemos preguntarnos si queremos realmente volver a Dios. Volver a Dios, implica revisar nuestras vidas, cambiar, arrepentirnos, potenciar nuestros dones y confiar en que podemos mejorar. Volver a Dios requiere gestos concretos relacionados a Dios y a nuestros hermanos”.
“También implica expresar nuestra fe en la participación de la Misa de Nochebuena o de Navidad. En poner un pesebre en nuestros hogares. En hacer la bendición de nuestra mesa familiar. ¿Rezar? Sí, rezar juntos. Seguramente la oración nos permitirá descubrir un nuevo sentido al encuentro familiar y con amigos que realizaremos en esta Navidad. Reencontrarnos más profundamente con Jesús en el pesebre navideño nos permitirá reencontrarnos en la esperanza”, concluyó.+
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