“Aún cuando no pareciera que esta postura sea un signo actual de los tiempos, como lo fuera después del Concilio, debido al creciente aislacionismo existencial de personas y naciones y a la violencia terrorista de pseudorreligiosos fanáticos, se dan signos y señales de ‘otra cosa’ diría que pasan a ser signos proféticos”, destacó en su editorial en el boletín EcuDIálogo.
En este sentido, el sacerdote enumeró: “El encuentro del Santo Padre con el Patriarca Kyrill, la afirmación que Lutero no buscó la división sino la reforma de la Iglesia, la declaración conjunta católico-luterana ‘Del conflicto a la comunión’, el viaje del Obispo de Roma a Lund, Suecia, el discurso del papa Francisco al Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, señalando que la unidad no es absorción, la vuelta a la Iglesia de los mártires, como en los primeros siglos, coronado por el martirio del padre Jacques Hamel”.
“Otros hechos significativos: la reciente reunión, aquí en Buenos Aires, de un Encuentro sobre Ecumenismo y Diálogo Interreligioso de Obispos de América Latina, y, uno próximo sobre el diálogo judeo-cristiano en Lima, ambos organizados por el Celam, y el próximo Congreso sobre la Historia del Ecumenismo en Chile, me hacen entusiasmar y pensar que estos dos valores, actitudes, modos de estar parados en la vida, son principios harto evidentes opuestos a cómo el mundo es o está hoy”, sostuvo.
“Y sigo: un curita villero, un rabino y un sheik que no son muy conocidos hacen interactuar a sus comunidades, juntando cosas para los pobres; las celebraciones conjuntas de Jánuka y Navidad, la reciente Noche de los Templos en la Ciudad de Buenos Aires; el intenso trabajo a nivel ecuménico como interreligioso con las autoridades correspondientes para recibir a los refugiados sirios que vamos a recibir”, agregó.
“Finalmente, que, en forma baladí, pero no menos significativa una persona mediática argentina se ufane, sana y públicamente, de haber compartido con su guía judío y con el portero musulmán de la basílica del Santo Sepulcro, habla de esa mentalidad incorporada al modo de ser”, puntualizó.
El padre Giannetti citó las palabras del arzobispo de Córdoba, monseñor Carlos Ñáñez: "Tenemos que exportar nuestro modo de convivir" y concluyó: “Gracias por acompañarnos en este modo de ser y existir. Gracias por su aliento y oración. Que el Señor Jesús renazca en todos nosotros la humildad y el servicio”.+
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