"Este gesto navideño ya lleva 20 años en el país. La idea es la construcción de la familia humana alrededor de Jesús, estar cerca de los que están en las periferias existenciales, como dice el Papa, y acompañar a quienes están al margen, excluidos”, dijo a Marco Gallo, de la Comunidad San Egidio.
“Para nosotros no son seres anónimos, sino personas con nombre y apellido, por eso al finalizar el almuerzo cada uno se lleva un pequeño obsequio identificado con su nombre, y lo agradecen”, agregó.
Gallo estimó que unas 2.000 personas participaron de estos almuerzos y recordó que la Comunidad de San Egidio realizó este mismo gesto para unos 200.000 pobres en otras partes del mundo.
Los templos porteños se convirtieron así en improvisados comedores donde se dispusieron largas mesas, para que voluntarios sirvieran las comidas navideñas, conseguidas también gracias a donaciones.
En la provincia de Buenos Aires ocurrió lo mismo en la catedral de Quilmes, en el Hogar para ancianos Marín, de San Isidro, en la capilla de Santo Domingo de Lanús y en la iglesia de Nuestra Señora de Luján, de Gregorio de Laferrere, entre otros lugares.
Nochebuena junto a los que la pasan solos
En Nochebuena, cientos de jóvenes del grupo "Una Navidad para Todos" compartieron la Nochebuena con quienes se encuentran solos, gente en situación de calle, médicos de guardia y policías.
Organizados por la parroquia San Nicolás de Bari, los voluntarios salieron a las 2 de ese templo ubicado en Santa Fe 1352, y desde allí recorrieron los barrios de Monserrat, Balvanera, Palermo, Villa Crespo, Caballito, Belgrano, Retiro, Constitución y Once.+
Publicar un comentario