Mons. Lozano: “El Niño quiere consolar y sanar las heridas abiertas”
El prelado explicó que “es un ‘misterio’ no en el sentido de algo oscuro y que permanece oculto, sino que nos ha sido revelado por la Palabra de Dios. El comienzo del Evangelio de San Juan lo dice de manera muy bella: ‘Al principio existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios’. Y vino a nosotros, a compartir nuestra vida: ‘La Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros’”.
“A este acontecimiento de la navidad debemos acercarnos despacio y con humildad. La Basílica de la Natividad está construida en la ciudad de Belén. Su puerta de acceso es pequeña, tanto que es necesario bajar la cabeza e inclinarse un poco para entrar”, graficó, y agregó: “Esta postura necesaria para el cuerpo debe también serlo del alma. Hay que hacerse pequeño para acceder al misterio de la encarnación”.
El arzobispo destacó que “los ángeles anunciaron a los Pastores ‘una buena noticia, una gran alegría para todo el Pueblo: Hoy les ha nacido un Salvador’. Este Evangelio es proclamado hoy en todo el mundo, en la iglesia de Roma, en Jerusalén, en Belén, en Asia, América…”
“En los templos grandes y en los pequeños, en las cárceles y en los hospitales, en lugares de paz y en los que sufren la guerra. Resuena para niños, jóvenes, adultos y ancianos. Para santos y pecadores. Para vos, para mí, para nosotros. “Una gran alegría.”
Monseñor Lozano señaló que “en estas fechas a veces nos invade la tristeza por los que murieron en este año, o por enemistades familiares que nos amargan”, pero aseguró: “Son heridas abiertas que el Niño quiere consolar y sanar”.
“Esta será mi primera Noche Buena en San Juan. Quiero llegar a cada familia, cada hogar, para decir “Dios es ternura y viene a tu corazón”. Animate a dejarle entrar. El domingo pasado Francisco proclamaba: ‘Dios ama a los pequeños despreciados por el mundo’. En ellos se manifiesta, se hace presente la Navidad”, concluyó.+
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