Mons. Aguer: "La caridad purifica todos los pecados"
Estamos viviendo en una emergencia social
"Las cosas no andan muy bien en el país", comenzó diciendo monseñor Aguer. "Estoy pensando -aclaró- en el aspecto económico-social; hay mucha gente que padece necesidad y eso se ve, fuertemente, en las zonas periféricas, como aquí en Arturo Seguí. Vemos que la gente suele acudir a las Cáritas parroquiales a pedir comida, cuando antes la inquietud era más bien por ropa y zapatillas. Lo que estamos viviendo es una emergencia”.
“Es verdad que hay muchas instituciones que colaboran y que se han impuesto el deber de ayudar a tantos necesitados. El Estado también trata de hacer su parte, y esto no hay que negarlo ni omitirlo, pero la situación es muy difícil”, señaló.
Falta de trabajo
Prosiguió diciendo que lo normal "es que cada uno pueda comer en su propia casa del fruto de su propio trabajo". Pero "el problema es la falta de trabajo. Desde hace un tiempo en la Argentina el trabajo anda mal, hay poco trabajo, y no quiero hablar de las deformaciones producidas por la superpoblación de empleados estatales y de la escasez de oferta de trabajo de las pymes. Y no sólo hay necesidades físicas inmediatas como comer, beber, vestirse, pagar las tarifas de los servicios, sino que también hay necesidades espirituales, psicológicas, morales. Tantas familias que están pasando dificultades especialmente para que sus hijos puedan prepararse para un futuro mejor".
"En otras ocasiones me he referido al desastre de la educación de gestión estatal. Hoy estoy aquí con este joven, Alan, hijo de una familia amiga, al que trato de ver y acompañar muchas veces, porque creo que la caridad consiste precisamente en ver en cada hermano necesitado al mismo Jesús”.
"Tuve hambre y me dieron de comer"
A este respecto el arzobispo recordó la escena del capítulo 25 del Evangelio de San Mateo. "Es la escena del Juicio Final donde viene Jesús a poner orden en las cosas, separando a unos de otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos. A unos les dice “vengan ustedes benditos de mi Padre” y a otros: “rajen de acá”. ¿Y cuál es el motivo del juicio?: tuve hambre y me dieron de comer, tuve sed y me dieron de beber, estuve desnudo y me vistieron, fui forastero y me hospedaron, estuve enfermo y preso y vinieron a verme. Unos y otros van a sentirse muy sorprendidos y dirán los egoístas y amarretes: ¿cuándo te vimos Señor así, en esas condiciones, y no te ayudamos? El Señor les explicará que cada vez que no lo hicieron con los hermanos más pequeños no lo hicieron con él. Y a los otros, a los benditos, les va a decir cada vez que lo hicieron con estos pequeños hermanos lo hicieron con él, porque supieron ver en el hermano a Jesús”.
“¿Para qué recuerdo esta escena evangélica?", se preguntó el prelado. "No se trata solamente de la colaboración institucional, como puede ser por ejemplo la Colecta Más por Menos, o la de Cáritas, y que en esas ocasiones seamos generosos, y debemos serlo, pero también se trata de algo personal. Esto es: ¡Yo, cada uno de nosotros, debemos ser generosos y solidarios con el más pequeño de nuestros hermanos! Eso es lo que nos va a pedir el Señor, y debemos pensarlo porque tenemos que ir meditando cómo será nuestro encuentro con Cristo, y qué nos va a decir”.
La caridad purifica todos los pecados
Seguidamente monseñor Aguer cómo debemos ayudar a “tantos hermanos pasan a nuestro lado, con tantas necesidades materiales, psicológicas, familiares, espirituales, morales. Debemos ayudarles a que sean realmente felices, que conozcan a Dios, que puedan seguir la Ley de Dios y que puedan vivir humanamente de acuerdo con los principios de la dignidad humana. ¡Hay tanta violencia entre nosotros, tanto odio, tanto rencor, tanto clima de venganza en la Argentina! Todo eso tiene que ser purificado y lo único que lo purifica es la caridad. La caridad es la que purifica todos los pecados”.
A este respecto, monseñor Aguer se refirió al caso concreto de la Fundación "Volver a Crear", que minutos antes había sido presentada en el programa "Claves para un Mundo Mejor". “La caridad -señaló el prelado- es eso concreto: ¿qué hago yo por mi hermano? Hoy el equipo de “Claves para un Mundo Mejor” hizo una acertada nota sobre esta Fundación que dirige tan bien el padre Ariel Solé; ustedes lo acaban de ver. Aquí hace falta ayuda, precisamente para crecer porque todo el tiempo hay demanda de muchachos que necesitan rehabilitación y vienen a buscarla. La Fundación necesita poder ofrecer a todos un lugar y para ello debe ampliar las instalaciones”.
Monseñor Aguer apeló "a los amigos televidentes" a quienes les solicitó una contribución “si es importante, mejor", porque "me parece que esta obra es algo que Dios quiere verdaderamente. Será un signo de que en un momento tan difícil, donde todos tenemos carencias, haya gente generosa que diga: doy aun de lo poco que tengo, porque siempre hay alguien que tiene menos que yo", concluyó.
La Fundación Volver a Crear
La Fundación “Volver a Crear”, dirigida por el presbítero Ariel Reynaldo Solé, es una comunidad terapéutica que tiene como objetivo central tratar a los jóvenes con problemas de adicción a las drogas y el alcohol. Cuenta con un equipo de profesionales de amplia experiencia en la rehabilitación de adictos al consumo de drogas. Tiene su sede en calle 411 y 153, Arturo Seguí, La Plata. Teléfono: 0221-474-0103;
correo electrónico: arielsole2005@yahoo.com.ar.+
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