La Pastoral Aborigen pide acciones concretas ante la realidad de la desnutrición
“No podemos dar respuestas inmediatas a las urgencias sociales y sanitarias que viven muchas comunidades, pero sí asumir una actitud misericordiosa que nos libere de la indiferencia y del sensacionalismo mediático y nos haga solidarios con sufrimiento de los más olvidados”, reclamó.
“Una sociedad que no sabe cuidar de los niños y de los grupos más vulnerables corre serios riesgos de implosión y muerte”, advirtió en un comunicado a la luz de la exhortación apostólica “Querida Amazonía” del papa Francisco.
El organismo episcopal consideró que “es necesario escuchar el clamor de las comunidades originarias, que nos interpela como Iglesia y como sociedad”, e instó a todos los niveles de la sociedad a promover “acciones concretas y también estructurales que modifiquen la realidad actual”.
Firman el comunicado los obispos Ángel José Macín (Reconquista), Luis Scozzina OFM (Orán) y Juan José Chaparro CMF (San Carlos de Bariloche).
Texto de comunicado
A la luz de la exhortación apostólica “Querida Amazonía”, queremos invitarlos a mirar la realidad angustiante que viven los pueblos y comunidades originarias y también criollas de la región de nuestro Chaco Argentino, por la desnutrición y muerte de los niños, la falta de agua potable y otros flagelos.
No podemos dar respuestas inmediatas a las urgencias sociales y sanitarias que viven muchas comunidades, pero sí asumir una actitud misericordiosa que nos libere de la indiferencia y del sensacionalismo mediático y nos haga solidarios con sufrimiento de los más olvidados.
Estas palabras del papa Francisco, referidas a la Amazonía nos ayudan a comprender la actual situación que viven los pueblos originarios en nuestro Chaco argentino: “La disparidad de poder es enorme, los débiles no tienen recursos para defenderse, mientras el ganador sigue llevándose todo… poderes locales, con la excusa del desarrollo, participaron de alianzas con el objetivo de arrasar la selva de manera impune y sin límites” (QA13).
Una sociedad que no sabe cuidar de los niños y de los grupos más vulnerables corre serios riesgos de implosión y muerte. No podemos hipotecar nuestro futuro ni dejar que nos roben la esperanza, ya que no es posible “morirse de hambre en la tierra bendita del pan".
Es necesario escuchar el clamor de las comunidades originarias, que nos interpela como Iglesia y como sociedad, comprometiéndonos a dialogar y articular, desde Endepa, con las organizaciones de la sociedad civil que acompañan diversos emprendimientos comunitarios y de asistencia en el territorio, y con los gobiernos locales, provinciales y nacional, acciones concretas y también estructurales, que modifiquen la realidad actual.+
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