La celebración tuvo lugar en la catedral San Roque, con la presencia del nuncio apostólico, monseñor Emil Paul Tscherrig, y numerosos obispos. Los fieles, provenientes de todas las comunidades parroquiales de la diócesis colmaron el interior y el entorno de la catedral; para visualizar mejor la celebración, se colocaron pantallas gigantes al frente y en el patio de la catedral.
Al iniciar la santa misa, el obispo diocesano, monseñor Hugo Nicolás Barbaro, dio la bienvenida a los presentes; al nuncio apostólico, monseñor Emil Paul Tscherrig, a los obispos, sacerdotes y fieles. Además agradeció la presencia de autoridades civiles, a los ministros ingeniero Peppo e ingeniero Verbeek; al intendente municipal Gerardo Cipollini, a los miembros del Concejo municipal, a los intendentes de diversos municipios, a las demás autoridades civiles y de las fuerzas de seguridad. También agradeció al jefe de gabinete nacional Jorge Capitanich y al gobernador Bacileff Ivanoff, que se comunicaron previamente para avisar su dificultad de asistir a la ceremonia y que se hicieron presentes luego del mediodía.
Dirigiéndose a monseñor Montini, monseñor Barbaro dijo: “Es una emoción grande tu ordenación episcopal y que ya te quedes acá. Te venimos esperando con mucha oración. Confío a Dios Nuestro Señor por intercesión de la Santísima Virgen María que podamos impulsar una mayor santidad en todos, siempre empezando por la nuestra; que se multiplique y tengan más fuerza todos los apostolados de la diócesis, en cada parroquia, en cada institución, las iniciativas de promoción humana y social, las educativas: están presentes los colegios religiosos y diocesanos; tenemos que llegar con la fuerza de Cristo hasta el paraje más alejado de esta querida tierra que ya querés como tuya”.
Monseñor Montini recibió el orden episcopal de manos del arzobispo de Mendoza monseñor Carlos María Franzini, quien fue consagrante principal. Los co-consagrantes fueron monseñor Hugo Nicolás Barbaro, obispo de San Roque de Presidencia Roque Sáenz Peña y monseñor Luis Alberto Fernández, obispo de Rafaela.
Luego de la lectura del evangelio, el canciller presbítero licenciado Sergio Nosa leyó la bula papal del nombramiento de monseñor Montini. Seguidamente, el nuncio apostólico monseñor Emil Paul Tscherrig, transmitió el saludo y la bendición del papa Francisco al nuevo obispo y a toda la diócesis.
En la homilía monseñor Franzini, que conoce al nuevo obispo desde cuando era obispo de Rafaela, explicó lo que la Iglesia nos enseña sobre el ministerio episcopal: “El episcopado es un don de Dios para la Iglesia; nadie es obispo para sí mismo. Somos obispos para el santo pueblo de Dios, del que surgimos, al que nos debemos, por el que vivimos y –si fuera el caso- también por el que morimos. Esta conciencia basta para configurar un estilo de vida y ministerio marcados por la disposición a partir, a desprenderse, a servir siempre, buscando sólo el bien de quienes nos son encomendados. Cuando un presbítero es llamado al servicio episcopal, deja su tierra, su familia, su cultura, su Iglesia de origen y -como Abraham- por la fe se pone en camino para servir”.
Monseñor Franzini explicó el sentido de la colegialidad episcopal: “La presencia de numerosos obispos en esta ordenación no se reduce al hecho mismo de ser todos consagrantes del nuevo obispo; también expresa la acogida que hoy damos a este nuevo hermano en el Colegio Episcopal y el compromiso de construir juntos una colegialidad afectiva y efectiva, según la enseñanza tradicional de la Iglesia, para bien del pueblo de Dios”.
Destacó también el sentido de un obispo auxiliar: “En algunas circunstancias, como la que hoy nos convoca, el Papa puede encomendar a un obispo ir en “auxilio” de otro que -con humildad y buscando sólo un mejor servicio de su pueblo- pide ser “auxiliado”, compartiendo desde un mismo carisma episcopal la responsabilidad y el cuidado de una porción de la Iglesia en una determinada diócesis. El obispo Montini llega a la diócesis de San Roque para colaborar con su obispo, monseñor Hugo Barbaro, enriqueciendo y ampliando la ‘próvida colaboración’ que ya le ofrecían presbíteros y diáconos. He tenido la gracia de contar durante casi trece años con la colaboración cercana, leal y eficaz del padre Montini y por ello puedo asegurarle a la Iglesia de San Roque, al obispo y a su presbiterio, a los consagrados y a todos los fieles laicos, que hoy reciben un regalo grande de Dios con el ministerio episcopal de Gustavo para afianzar juntos la comunión y la misión en esta Iglesia particular”.
Dirigiéndose al nuevo obispo dijo: “No hay palabras que alcancen para manifestarte cuánto debo a tu colaboración, tu cercanía, tu lealtad y tu amistad. A partir de hoy nos vincula una nueva fraternidad, fraguada por la imposición de manos y por el común servicio al santo pueblo de Dios, en las alegrías y en los dolores del ministerio compartido. Desde esta fraternidad pido para vos un corazón grande, que ame y se deje amar. Esa será tu misión acá y adonde el Señor quiera llevarte”.
Más de 20 obispos de distintas diócesis del país concelebraron la Eucaristía y mostraron su cercanía al nuevo pastor: los arzobispos Ramón Dus, de Resistencia, Andrés Stanovnik OFMCap, de Corrientes, Juan Alberto Puiggari, de Paraná, Mario Antonio Cargnello, de Salta, y los obispos Ricardo Oscar Faifer, de Goya; Hugo Santiago, de Santo Tomé; José Conejero Gallego, de Formosa; Damián Bitar, de Oberá; Ángel Masín, de Reconquista; Vicente Bocalik Iglic CM, de Santiago del Estero; Adolfo Uriona FDP, de Añatuya; Sergio Osvaldo Buenanueva, de San Francisco; Gustavo Oscar Zanchetta, de Orán; César Daniel Fernández, de Jujuy; Miguel Ángel D'Annibale, de Río Gallegos; Hugo Manuel Salaberry SJ, de Azul; Gustavo Zurbriggen, de Deán Funes; Francisco Polti, emérito de Santiago del Estero; José Lorenzo Sartori, emérito de San Roque de Presidencia Roque Sáenz Peña, además de monseñor Mariano Fazio, Vicario Regional del Opus Dei en la Argentina, y numerosos sacerdotes, particularmente de la diócesis de San Roque de Presidencia Roque Sáenz Peña y Rafaela.
Antes de concluir la santa misa, el nuevo obispo auxiliar monseñor Gustavo Alejandro Montini, dirigió unas palabras de agradecimiento: “Agradezco la presencia de cada uno, y el esfuerzo que ha significado para que estuviesen aquí. Sus presencias significan mucho para mí. En ustedes quien más quien menos, está mi vida y la historia que Dios ha querido escribir en mí”.
En la alocución comentó cómo se concretó el deseo misionero que sentía en su interior desde un tiempo: “Se trataba de un fuerte deseo de ir a la misión y de estar en medio de los más necesitados. Un deseo de vivir un ministerio marcado por una mayor entrega y radicalidad. Con todos los que conversaba sobre este tema, con mucho acierto, me indicaban que no me apurase y que fundamentalmente ofreciera a Dios lo que Él mismo suscitaba en el corazón”.
Monseñor Montini explicó cómo ha experimentado en todo momento la cercanía de Dios: “Dios ha sido siempre tan bueno conmigo que constantemente puso a mi lado la persona justa o la circunstancia adecuada, para que pueda crecer y vivir con fidelidad mi vocación. Y a este Señor que me dio tanto, lo he negado, lo he abandonado, no lo he visitado, he pasado de largo… y a pesar de ello Él me vuelve a decir una vez más, como hace 18 años en mi ordenación presbiteral: ¿me amas?... Apacienta mis ovejas”.
Finalmente, manifestó su deseo de llegar a todos con su servicio: “Ojalá que con monseñor Hugo y con monseñor José seamos de modo creciente un auténtico reflejo de la misericordia del Señor. Como obispo quiero llegar con esa misericordia al corazón de los sacerdotes, de los diáconos, de la vida consagrada y de tantos laicos esparcidos en esta amplia geografía diocesana, para que todos juntos, como Iglesia Pueblo de Dios, podamos proclamar a los cuatro vientos el evangelio de la misericordia”.
Luego de la celebración eucarística los presentes pudieron saludar al nuevo obispo y se compartió en el patio de la catedral un almuerzo comunitario, mientras se proyectaban algunos videos del papa Francisco.
El viernes 2 de mayo, el nuevo obispo auxiliar Gustavo Montini, presidirá la santa misa en la catedral San Roque a las 10.+
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