Ciudad del Vaticano (AICA): El papa Francisco dedicó la audiencia general de este miércoles a la Eucaristía interpelando sobre qué relación tiene la Eucaristía con la vida del cristiano. ¨Quien celebra la Eucaristía no lo hace porque sea mejor que los demás, sino porque se reconoce necesitado de la misericordia de Dios¨, subrayó ante miles de peregrinos que desafiaron el frío romano. “La Eucaristía no es un mero recuerdo de algunos dichos y hechos de Jesús. Es obra y don de Cristo que sale a nuestro encuentro y nos alimenta con su Palabra y su vida”, puntualizó.
"Quien celebra la Eucaristía no lo hace porque sea mejor que los demás, sino porque se reconoce necesitado de la misericordia de Dios", subrayó ante miles de peregrinos que desafiaron el frío romano.
“La Eucaristía no es un mero recuerdo de algunos dichos y hechos de Jesús. Es obra y don de Cristo que sale a nuestro encuentro y nos alimenta con su Palabra y su vida”, puntualizó.
Tras la catequesis, Francisco saludó a los peregrinos de lengua española, en particular a los miembros de la Hermandad matriz de Nuestra Señora del Rocío, acompañados por el Obispo de Huelva, así como a los demás grupos provenientes de España, México, Argentina, y otros países latinoamericanos.
El pontífice insistió en invitar a los católicos a vivir la Eucaristía con espíritu de fe y de oración, sabiendo que quien come el Cuerpo de Cristo y bebe su Sangre tendrá la vida eterna.
Resumen de la catequesis del Papa
Queridos hermanos y hermanas: Nos preguntamos qué relación tiene la Eucaristía con nuestra vida. Hay algunos indicadores concretos que nos ayudan en este sentido.
Si vivimos bien la Eucaristía, un indicador es ¿cómo nos relacionamos con los demás? A Jesús le gustaba estar con la gente, compartir sus anhelos, los problemas y preocupaciones. En la Santa Misa nos encontramos con muchas personas, pero ¿las vemos en verdad como hermanos y hermanas? ¿La Eucaristía nos lleva a salir al encuentro de los pobres, de los enfermos, de los marginados, viendo en ellos el rostro de Jesús? ¿ O más bien cuando salimos de misa criticamos a uno, al otro, de cómo estaba vestido, o esto, o aquello?
Un segundo indicador es sentirnos perdonados e impulsados a perdonar. Quien celebra la Eucaristía no lo hace porque sea mejor que los demás. Todos somos pecadores y si uno no se siente pecador ¡es mejor que no vaya a misa! Porque el primer acto que hacemos cuando entramos a misa es decir “confieso que soy pecador” y pedir perdón por los pecados. Si no lo siente, no va a vivir bien la Eucaristía.
Y un último indicador es la coherencia entre la liturgia y la vida de nuestras comunidades. La Eucaristía no es un mero recuerdo de algunos dichos de Jesús. Es la obra y el don de Cristo, presente allí, que sale a nuestro encuentro y nos alimenta con su Palabra y con su vida.+
Publicar un comentario