Jubileo de los Presos en Mar del Plata: rezaron por un mundo sin cárceles

Buenos Aires (AICA): Ex reclusos, miembros de la Pastoral Penitenciaria y fieles marplatenses cruzaron la Puerta Santa de la catedral de los santos Pedro y Cecilia, y luego participaron de la misa por el Jubileo de los Presos en la diócesis de Mar del Plata. La celebración eucarística fue presidida por el capellán de la Unidad Penal N° 50, presbítero Daniel Climente, y contó con la presencia de la delegada diocesana de la pastoral carcelaria, hermana Helena Kuc. “Desde la distancia pido al Señor y a su Santísima Madre que sea éste un día de renovación profunda en la esperanza de una libertad integral, no sólo física sino ante todo espiritual¨, manifestó el obispo de Mar del Plata, monseñor Antonio Marino.
La catedral de los santos Pedro y Cecilia fue escenario este domingo 6 de noviembre del Jubileo de los Presos, en el marco del Año de la Misericordia convocado por el papa Francisco. Ex reclusos, miembros de la Pastoral Penitenciaria y fieles marplatenses cruzaron la Puerta Santa del templo y luego participaron de la misa que presidió el capellán de la Unidad Penal N° 50, presbítero Daniel Climente, y contó con la presencia de la delegada de la pastoral carcelaria, hermana Helena Kuc.

El obispo de Mar del Plata, monseñor Antonio Marino, no pudo participar de este jubileo, por lo que envió un mensaje, en el que agradece a la pastoral carcelaria la preparación de esta celebración y felicitó a “los hermanos ex presidiarios por venir a la catedral, a fin de poner un gesto de fe en Jesucristo, que es el rostro visible de la misericordia de Dios Padre”.

“Atravesar la Puerta Santa y participar de la misa es un signo hermoso que nos hace experimentar que Jesús 'vino a buscar y salvar lo que estaba perdido'. Desde la distancia me uno espiritualmente a ustedes y pido al Señor y a su Santísima Madre que sea éste un día de renovación profunda en la esperanza de una libertad integral, no sólo física sino ante todo espiritual", manifestó.

En la homilía, el padre Climente leyó el mensaje de la Conferencia Episcopal Argentina emitido el año pasado "Estuve preso y me viniste a visitar", en el que los obispos afirman: "En una sociedad donde lamentablemente se multiplican los hechos delictivos, unidos muchas veces a la violencia y a la muerte, estamos convencidos de que la solución oportuna para resolverlos no se alcanza simplemente con penas más duras y más cárceles”.

“Pensamos que el camino es otro: concretar y profundizar más políticas de inclusión que, buscando el bien común, ofrezcan igualdad de oportunidades a todos los miembros de la sociedad, para su justo y debido desarrollo integral", subrayó el sacerdote citando el mismo documento.

En el momento de las ofrendas, miembros de la pastoral carcelaria presentaron un libro que recorrió durante el año los pabellones de las unidades penitenciarias, en el que se presentaban las intenciones de los presos para este jubileo. También ofrecieron rosarios que los encarcelados realizaron en el taller del penal, un barco, un afiche con imágenes y palabras confeccionados en el pabellón A, y el proyecto de la casa para ex reclusos, entre otros elementos significativos para la tarea específica.

Al finalizar la misa, la hermana Kuc, que visita a diario las unidades penitenciarias de Batán, agradeció a quienes participaron y dijo que “tenemos la alegría de que Dios nos ama, todos somos hermanos y Dios está buscando a aquel que más lo necesita, que más se alejó y a veces nos usa a nosotros”.

“La pastoral visita todos los días la cárcel de Batán, y queremos invitar a participar quien que quiera cumplir con esta obra de misericordia. Aunque a veces el corazón se nos estremece cuando escuchamos las noticias, y los pedidos de cárcel; como cristianos tenemos que seguir trabajando para que el mundo sea de iguales. Para que sepamos repartir los bienes, para que haya educación para todos, nos duele mucho la cárcel y cómo están nuestras hermanos detrás de la rejas”, subrayó.

“A veces la cárcel comienza afuera…el chiquito que no tiene zapatillas o no come todos los días, quizás es el futuro privado de libertad, por eso nos incumbe a todos construir una sociedad más humana. Y también saber que sólo con encerrar el mal no se cohíbe, la persona necesita educación, trabajo, tratamiento. Cuando escuchamos las noticias, seamos inteligentes y no pidamos más cárcel, más pena, sino más educación, más trabajo, salud, más inclusión. Gracias por acompañarnos hoy, queríamos celebrar este jubileo acá con toda la sociedad, algunos decían celébrenlo en la cárcel, pero no porque son nuestros hermanos y todos podemos mejorar el mundo. Sigamos rezando por nuestros hermanos privados de libertad, ojalá algún día podamos vivir en un mundo sin cárceles, en un mundo más fraterno”, concluyó la religiosa.+

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