Los obispos patagónicos llaman a vivir la Navidad “construyendo la paz”

Neuquén (AICA): En su mensaje de Navidad, los obispos patagónicos recordaron que la Navidad “es el gesto y palabra de Dios que nos dice que nadie está solo con sus oscuridades y sus miedos, que siempre hay alguien que piensa en nosotros, nos ama y sale a nuestro encuentro: Jesús, el Hijo de Dios, el nacido en Belén”. Asimismo, llamaron a construir la paz y “emprender cada día el camino de la no discriminación y de la aceptación del otro cuando piensa y actúa distinto”.
En su mensaje de Navidad, los obispos de la región Patagonia-Comahue, ante tantas situaciones “que atentan contra la esperanza de un mundo mejor”, agradecieron la gracia de Dios que ayudó a los argentinos a “no bajar los brazos, no ceder al desánimo, y no permitirse robar la esperanza, porque creemos en el valor de la paz, del diálogo, de la aceptación de la pluralidad y de las diferencias existentes entre nosotros”.

“Apostamos por el bien común que nos hermana y ennoblece porque busca el bienestar de todos. La Navidad viene a reforzar esta actitud profunda y a proponernos el compromiso por la paz, la familia, la fraternidad y la felicidad de todos como camino y fruto de la afirmación del bien común sobre el individualismo y los intereses no solidarios”, aseguraron.

“Cuando el Niño Jesús nació en Belén era de noche. Su divina presencia quedó oculta en la oscuridad del pesebre. Sin embargo, para unos pocos pastores, sencillos y pobres que velaban sus rebaños, aquella fue una noche luminosa ¿Será la Navidad también para nosotros una noche luminosa que disipa miedos, soledades, angustias y oscuridades y que fortalece nuestra esperanza?”, preguntaron.

Asimismo, recordaron que lo que sucedió en la Navidad “es algo muy grande y definitivo: Dios ha venido a nosotros”. “¡Ha nacido para todos! ¡Es de todos! No es solo de María y de José. Tampoco nos pertenece en exclusiva a quienes queremos acogerlo y seguirlo con fe o a quienes creen y confían en Dios. También nació para quienes lo han olvidado, o dudan, o simplemente no les interesa porque aún no creen”, afirmaron.

Y añadieron: “La Navidad, ayer, hoy y siempre, es el gesto y palabra de Dios que nos dice que nadie está solo con sus oscuridades y sus miedos, que siempre hay alguien que piensa en nosotros, nos ama y sale a nuestro encuentro: Jesús, el Hijo de Dios, el nacido en Belén. Todos pueden encontrarle. Y por eso todos tenemos ‘un motivo grande’ para alegrarnos”.

Pero ¿dónde está ese Niño? ¿Cómo encontrarlo o dejarnos encontrar por Él? “A Dios, que nació niño y como un pobre, un excluido, no hemos de buscarlo en lo grande y espectacular, ni en lo que brilla ante los ojos humanos sino allí donde Él quiso manifestar su presencia. Es, pues, en lo débil, en lo pobre y pequeño, en lo que no cuenta, en lo descartable, en lo cargado de soledad y aparente miseria, en los límites y falencias de los pesebres propios y ajenos de nuestra realidad, donde Dios nos visita en cada Navidad y quiere que lo encontremos”, aseveraron.

Luego, convocaron a aceptar la invitación que el papa Francisco nos hace para la próxima Jornada Mundial de la Paz que se realizará el 1º de enero de 2017, en la que llama a “La no violencia: Un estilo de política para la paz”.

“Repasando la historia de la humanidad, vemos que a menudo muchos pueblos han pretendido construirse y resolver sus conflictos por el camino de la violencia. Algo similar sucedió y sucede en nuestras familias, nuestros barrios, nuestras comunidades y aún dentro de la Iglesia”, lamentaron.

“Sabemos bien que la violencia genera más violencia. ¡No cometamos este error! Si queremos salvaguardar decididamente los derechos de cada persona y la igual dignidad de cada uno sin discriminación, el camino verdadero y lleno de esperanza para superar diferencias y conflictos no será nunca el de la violencia sino el del respeto, el diálogo, el encuentro fraterno ¡El camino de la paz! ¡Paz hermanos! ¡Qué resuene incansable en nuestro corazón!”, exclamaron.

“La Navidad nos invita a emprender cada día el camino de la no discriminación y de la aceptación del otro cuando piensa y actúa distinto, y esforzarse en el cumplimiento serio de nuestro trabajo y deberes para con los demás”, agregaron.

Para finalizar, “renovados en esta mirada amorosa y esperanzadora”, los obispos de la Patagonia desearon “una feliz Navidad para todos y sus familias, y el augurio de un Año Nuevo rico de gracia y bendición del Señor. Navidad y Año Nuevo vividos y construidos en la paz”. “En el misterio admirable del nacimiento de Jesús, reciban nuestro abrazo fraterno”, concluyeron.

El mensaje de Navidad lleva la firmas de los obispos Virginio Bressanelli SCJ (Neuquén), Fernando Croxatto (auxiliar de Comodoro Rivadavia), Marcelo Cuenca (Alto Valle del Río Negro), Juan José Chaparro CMF (San Carlos de Bariloche), Miguel Ángel D’Annibale (Río Gallegos), Joaquín Gimeno Lahoz (Comodoro Rivadavia), Esteban M. Laxague SDB (Viedma) José Slaby C.SS.R. (Esquel), Fernando Bargalló (emérito de Merlo-Moreno), Miguel Hesayne (emérito de Viedma), Marcelo Melani SDB (emérito de Neuquén), Juan Carlos Romanín SDB (emérito de Río Gallegos), Néstor Navarro y José Pedro Pozzi SDB (eméritos de Alto Valle del Río Negro).+

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