Mons. Maletti llamó a compartir la alegría de saberse acompañados por María de Guadalupe
En su homilía, monseñor Maletti reflexionó sobre el encuentro de María con su prima Isabel, destacando la entrega de la Virgen, y recordándola como “la Mujer del Sí”, a quien nada la detuvo. “Es el Sí que le hizo dar lo mejor de ella poniéndola en el camino hacia el encuentro con los demás”, expresó.
El obispo recordó las palabras del papa Francisco, quien al referirse al encuentro de Juan Diego con Nuestra Señora de Guadalupe, afirmó que “Ella logra despertar lo que él no sabía expresar, una verdadera bandera de amor y de justicia”. “El Santuario de Dios, aseguraba el Papa, es la vida de sus hijos, de todos y en todas sus condiciones, especialmente de los jóvenes sin futuro, expuestos a un sinfín de situaciones dolorosas, riesgosas; y la de los ancianos, sin reconocimiento, olvidados en tantos rincones".
Durante la celebración, de la que participó una gran cantidad de fieles, sacerdotes, religiosas, consagrados, diáconos, seminaristas, e integrantes de las diferentes áreas pastorales y movimientos, recibieron el ministerio del lectorado dos seminaristas candidatos al sacerdocio, Johnatan Córdoba y Marcos Villalba, y el ministerio de la Sagrada Comunión el seminarista Jorge Moreno.
Terminando el año, el obispo repasó los acontecimientos más significativos que sucedieron en la diócesis, entre ellos las ordenaciones sacerdotales y la ordenación episcopal de monseñor Miñarro; el 150º aniversario de la catedral de Moreno, y acontecimientos como el Encuentro del Pueblo de Dios, la peregrinación diocesana a Luján y la creación de la cuasiparroquia Santo Cura Brochero en Ferrari Norte (Merlo).
El prelado mencionó también la importancia del Año de la Misericordia: “Nuestra Diócesis lo comenzó en Guadalupe 2015 y lo termina hoy, en Guadalupe 2016”, señaló, y destacó que “Si bien termina el ciclo, la “Misericordia” es una misión permanente”. El obispo agradeció a Dios por tantos hermanos y hermanas que han enriquecido los barrios y lugares con un estilo “cercano, misericordioso y pobre, que embebe toda la Pastoral”.
“¡Que todos en Merlo-Moreno puedan ver a las grandes y pequeñas Comunidades como acogedoras, samaritanas, solidarias y serviciales!”, deseó monseñor Maletti, y recordó a los fieles que “como a Juan Diego, María de Guadalupe nos dice a cada uno de nosotros: ¿Acaso no soy tu Madre? ¿No estoy aquí?”, y los animó a no dejarse vencer por los dolores, tristezas y fracasos.
“Hoy Él, nuevamente nos envía y nos dice: ‘Sé mi enviado a construir nuevos santuarios acompañando tantas vidas y consolando tantas lágrimas’, y Ella nos dice a su vez: ‘Caminá por las calles de tu vecindario, de tu comunidad, de tu capilla, de tu parroquia. Compartí la alegría de saber que no están solos, que Yo, la Virgen Guadalupana, voy con vos.’”, finalizó el obispo.+
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