El Arzobispo Mayor de la Iglesia Greco Católica Ucrania, monseñor Sviatoslav Shevchuk, presidió la Eucaristía de la peregrinación en la que participaron creyentes greco católicos ucranios de todo el país, además de Europa, Estados Unidos, Canadá, Argentina y Australia. Entre los presentes se encontraba el cardenal Gualtiero Bassetti, presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, los principales miembros de la jerarquía greco católico ucrania, el presidente de Ucrania, Petro Poroshenko y más de 100 mil fieles, quienes rezaron por la paz y la unidad de Ucrania.
En su homilía monseñor Shevchuk dijo que "hemos llegado aquí desde varias partes de Ucrania y de todo el mundo para celebrar el aniversario 1030 del bautismo de Ucrania y hoy, en Zarvanytsia, agradecemos por el hecho de que precisamente en nuestra Iglesia por 1030 años hemos estado transmitiendo el don de la fe cristiana en nuestras familias, de un corazón fiel a otro".
El prelado destacó la fe como "el mayor tesoro de nuestra gente" y agradeció a Dios el haber heredado los beneficios del Bautismo de San Volodymyr, el Rey que se hizo cristiano y que dio inicio a la civilización ucrania y rusa.
El Arzobispo Mayor hizo hincapié sobre el papel de la Iglesia, que se constituyó en la voz del pueblo en momentos en que había sido silenciado y se le había negado su derecho a existir.
"Incluso cuando no había una sola institución terrenal capaz de defender los derechos de su pueblo, de ser su voz en el mundo, los pastores y líderes de nuestra Iglesia eran los labios de las personas que habían sido despojadas de su voz y de su derecho a la existencia. Debido a que nuestra Iglesia permitió a cada ucraniano tocar a Jesús, en la época soviética, cuando otras iglesias que habían heredado el bautismo de San Volodymyr dejaron de representar los intereses de nuestro pueblo, fue exactamente nuestra Iglesia la que se convirtió en el mayor grupo de oposición social al ateísmo de las autoridades comunistas. Logramos sobrevivir, mantenernos unidos como un pueblo y reinamos supremamente como una Iglesia sobre el régimen ateo sin Dios".
"Nuestra Iglesia permitió a cada ucraniano tocar a Jesús en los tiempos soviéticos", recordó. "Pues exactamente fue nuestra Iglesia la que se convirtió en el mayor grupo de oposición social a las autoridades comunistas ateas. Logramos sobrevivir, mantenernos unidos como un solo pueblo en medio de la olla hirviente del llamado 'pueblo soviético'".
“Durante los tiempos más desafiantes, cuando nuestra Ucrania fue despojada de toda su riqueza, nuestros abuelos y bisabuelos no perdieron el tesoro de la fe. Es por eso que nuestra Iglesia en el transcurso de esos 1030 años no solo fue un protector, sino también el alma del pueblo ucraniano, una Iglesia nacional que construye la nación", subrayó el jefe de la Iglesia greco-católica ucraniana.
El prelado también se refirió al hecho de que los peregrinos se congregaran en el Santuario Mariano de Zarvanytsia, "con nuestra Madre, que nunca nos abandonó. Para orar ante su icono milagroso, de un icono que da testimonio de las tribulaciones mencionadas", afirmó monseñor Shevchuk. "Pidamos a la Madre de Dios, para que mediante su protección y las oraciones de los corazones fieles de nuestra Iglesia, el Señor toque a nuestro pueblo para que lo que pedimos y soñamos se convierta en realidad".+
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