En Santiago Apóstol, Mons. Braida llamó a “cuidar, defender y servir” a la vida frágil
En referencia al lema, el prelado afirmó: “Queremos ser un pueblo que canta, que se expresa que quiere crecer sacando de lo profundo de su ser lo valioso que posee. Sí, sacarlo para compartirlo, darlo, ofrecerlo con alegría, sabiendo que cuando se comparte lo recibido todos crecemos. El canto a su vez nos invita a la escucha atenta, a recibir lo que se nos brinda, lo que requiere una gran apertura de corazón, saber disfrutar de lo dado con armonía”.
“Pero queremos ser también un pueblo que al mismo tiempo camina, que no se queda que busca nuevos horizontes, o mejor dicho, que busca el horizonte de vida plena que nos ofrece Jesús. Y en esto tenemos un buen ejemplo en Santiago apóstol, que fue elegido por el Señor para estar con Él y para ser enviado a continuar con su misión. La palabra apóstol quiere decir justamente ‘enviado’. Elegido para ser enviado, para salir, para ir hacia adelante”, recordó.
“El Patrón Santiago, como amigo de Jesús, nos ha convocado hoy para que también nosotros crezcamos en la amistad con él. Para que con Jesús podamos convertirnos de lo que nos degrada y con él podamos acceder a la Vida plena que todos anhelamos”, animó. “Él mismo tuvo que dejar de lado sus ambiciones (eso de estar en un lugar de privilegio en el Reino de Dios) para seguir a Jesús por el camino de un amor que lo llevará a entregar su vida por su causa, por anunciar la Buena Noticia del amor a todos”.
El obispo se pronunció en defensa de la vida desde la concepción: “Para amar la vida y cuidarla en todas sus etapas, desde su inicio en la concepción, es necesario salir de la espiral de la autorreferencialidad. Necesitamos detenernos a contemplar y percibir lo valioso de cada ser humano, el don inmenso de cada vida”, afirmó.
“En este momento tan delicado y decisivo para nuestro país, en que se busca legislar el aborto, queremos asumir los desafíos de la vida frágil y queremos renovar nuestra opción por cuidarla, defenderla y servirla, buscando siempre nuevos caminos pastorales que manifiesten esta actitud”, señaló.
“Sabemos que no es un camino fácil, pero sí posible, si en nuestro interior damos más y más lugar al amor, si caminamos juntos y si nuestra confianza en el Dios de la vida crece cada día”, reconoció.
En el final, puso de relevancia al Apóstol Santiago, como ejemplo de quien defiende la vida: “Vale la pena jugarnos por la vida como lo hizo el Apóstol Santiago, que siguió a Jesús por el camino del amor que lo llevó a la entrega de su vida y por ello su servicio a la vida fue fecundo, generador de vida”.+
Publicar un comentario