Mons. Hesayne llamó a los pastores a formar un laicado con compromiso social político
“Felizmente el Episcopado Argentino y demás pastores de la Iglesia de Jesucristo, tenemos un testimonio en nuestros días que nos anima a ser testigos del Evangelio, hasta la sangre si fuera preciso”, señaló, y ejemplificó: “Un corte perfecto de Iglesia, pastores y laicado, cada uno en su propia misión, serán declarados nuestros primeros mártires contemporáneos porque entregaron sus vidas a evangelizar a los pobres y a promover el compromiso social político en sus propias comunidades”, afirmó, en referencia al obispo Enrique Angelelli, los dos sacerdotes misioneros Carlos Murias y Gabriel Longueville, y el laico dirigente del movimiento rural de Acción Católica Wenceslao Pedernera.
“No tengamos miedo, no temamos, Jesucristo el Señor de la historia y de la Iglesia, nos acompaña”, señaló, y citando la exhortación apostólica Evangelii Gaudium del papa Francisco, recordó: “Nadie puede exigirnos que releguemos la religión a la intimidad secreta de las personas, sin influencia alguna en la vida social y nacional, sin preocuparnos por la salud de las instituciones de la sociedad civil, sin opinar sobre los acontecimientos que afectan a los ciudadanos”.
En otro tramo de la homilía, y siguiendo con lo enunciado por Francisco en su primera exhortación, destacó que “todos los cristianos, también los pastores, están llamados a preocuparse por la construcción de un mundo mejor. De eso se trata, porque el pensamiento social de la Iglesia es ante todo positivo y propositivo, orienta una acción transformadora, y en ese sentido no deja de ser un signo de esperanza que brota del corazón amante de Jesucristo. Al mismo tiempo, une «el propio compromiso al que ya llevan a cabo en el campo social las demás Iglesias y Comunidades eclesiales, tanto en el ámbito de la reflexión doctrinal como en el ámbito práctico»”, indicó.
En consecuencia, consideró monseñor Hesayne, “los pastores de la Iglesia entreguemos tiempo pastoral para formar un laicado lúcido en un compromiso social político que siembre en la sociedad argentina la justicia social tan largamente esperada”.
“Pasemos entonces de una economía de acumular, a una economía del compartir en justicia distributiva; y así cumpliremos la voz de orden del mismo Jesucristo a sus discípulos ante una muchedumbre hambrienta: ‘denles ustedes de comer’”, concluyó.+
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