Millones de vidas truncadas para siempre, la “deuda interna” que alarma al Pbro. Di Paola
“Nos sorprende a muchos que trabajamos cada día en los sectores populares esta necesidad de plantear el tema ya sin una discusión seria, ignorando su vinculación con las políticas de préstamo con sus exigencias”, comenzó el sacerdote, planteando un interrogante: “¿Con quién será el compromiso entonces? ¿Con el pueblo o con el FMI y sus acreedores?”.
“¿Acaso no reparan que el aborto, tal como se ha puesto en debate, es una de las estrategias para llevar adelante los ajustes exigidos por el FMI no solamente aquí, sino en otros lugares del mundo?”, advirtió.
“Tomando como cierta la cifra de 500.000 abortos ilegales anuales que esgrimen diversos grupos proabortistas, y teniendo el Misoprostol un costo de 120 dólares, el aborto le costará al Estado aproximadamente 60 millones de dólares anuales”, explicó, aclarando que “esta cifra suena ínfima cuando imaginamos qué pasaría a la inversa”, es decir, “si esas 500.000 vidas que, según los grupos proabortistas involucran en su mayoría a mujeres pobres, nacieran cada año”.
Si eso sucediera, afirmó, “demandarían primariamente la asignación por embarazo durante casi un año y 18 años de asignaciones universales por hijo, lo que implicaría una inversión de aproximadamente 11.400 dólares por cada nacimiento, lo que multiplicado por 500.000 da un valor final de 5.700 millones de dólares”, detalló, sin tomar en cuenta salud ni educación.
Por lo que, continuó, “durante el primer año la expectativa de ‘baja del déficit fiscal a futuro’ sería de 5640 millones de dólares. El segundo año podría multiplicarse por 2, luego por 3 y así sucesivamente”, explicó.
“Esa es la cifra que el Estado no invertiría, gracias a la posible promulgación de la ley de interrupción voluntaria del embarazo”, concluyó, lo que consideró “impactante”.
“Se trata de un verdadero seguro de cobro para organismos voraces como el FMI, los Fondos Buitre, que tienen expectativas de recuperar capital e intereses desde ahora hasta dentro de casi 100 años (de acuerdo al plazo que se pactó una parte de la deuda soberana)”, enfatizó el sacerdote.
Para finalizar, recordó que “la Argentina ha sido considerada un ejemplo en todo lo referido a la defensa de los derechos humanos. En caso de promulgarse esta ley, daremos un paso para atrás”, lamentó, “aunque nos quieran hacer creer que estar en sintonía con lo que se lleva a cabo en países considerados ‘del primer mundo’ es lo correcto’”.
“Parece que seguimos olvidando el fracaso de tantas y tantas recetas impuestas desde esos lejanos lugares”, señaló el “padre Pepe”, y advirtió: “Estamos a las puertas de sumar a nuestra monstruosa deuda externa una pesada deuda interna: la de millones de vidas que se verán truncadas para siempre, de manera fría y económicamente calculada. Debemos tener en cuenta ante todo que el aborto no es un derecho sino un drama”, finalizó.+
Publicar un comentario