El Papa a los teólogos: Remover los muros de la división y construir puentes de fraternidad
“Queridos hermanos y hermanas, saludo a todos ustedes que participan en esta tercera conferencia mundial sobre la ética teológica, que tiene lugar en Sarajevo, ciudad de gran valor simbólico por el viaje de reconciliación y pacificación después de los horrores de una guerra reciente que ha provocado tanto sufrimiento a las personas de esta región”, escribió el pontífice en el mensaje firmado el 11 de julio y leído en inglés por monseñor Luigi Pezzuto, nuncio apostólico en Bosnia y Herzegovina.
“Sarajevo es una ciudad de puentes. Su encuentro está inspirado en este motivo dominante que pone en guardia sobre la necesidad de construir en un ambiente de tensión y divisiones nuevos caminos de cercanía entre personas, culturas, religiones, visiones de la vida y orientaciones políticas”.
“El tema de su encuentro es un tema sobre el que yo mismo he llamado la atención: la necesidad de construir puentes y no muros. No dejo de repetirlo con la esperanza de que las personas, donde quiera que se encuentren, pongan atención en esta necesidad que es cada vez más reconocida, aunque a veces suscite resistencias y formas de regresión. Sin renunciar a la prudencia, estamos llamados a reconocer cada signo y movilizar todas nuestras energías para remover los muros de la división y construir puentes de fraternidad por doquier en el mundo”.
Entre los puntos del encuentro que pretende “construir puentes en un tiempo crítico como el nuestro”, escribió el Papa, “ustedes han dado un sitio central al desafío de la ecología, puesto que algunos de sus aspectos pueden crear graves desequilibrios no solo en términos de las relaciones entre el hombre y la naturaleza, sino también entre las generaciones y las personas. Este desafío, como se deduce de la encíclica Laudato si’, no es solo uno de tantos, sino el más amplio escenario para una comprensión tanto de la ética ecológica como de la ética social. Por este motivo, su preocupación por la cuestión de los migrantes y de los refugiados es muy seria y suscita un radical cambio en la manera de concebir las cosas que puede promover una reflexión ética y teológica incluso antes de inspirar deseables actitudes pastorales y políticas responsables y planificadas con cuidado”.
“En este escenario complejo y exigente –subraya el papa Francisco– se necesitan personas e instituciones capaces de asumir un liderazgo renovado. No se necesitan, por el contrario, eslóganes ni gritos que a menudo permanecen vacíos o antagonismos de partidos que se confrontan para conquistar el escenario. Necesitamos un liderazgo capaz de ayudar a encontrar y poner en práctica una manera justa para vivir en este mundo y compartir un destino común”.
En relación con la manera en la que la ética teológica puede ofrecer una contribución específica, prosigue el Papa, “me parece penetrante su propuesta de crear una red entre personas y diferentes continentes con diferentes expresiones y modalidades que puedan dedicarse a una reflexión ética en clave teológica, en un esfuerzo para encontrar recursos efectivos. Con tales recursos se pueden llevar a cabo análisis necesarios y, mucho más importante, se pueden poner en movimiento energías para una práctica compasiva y atenta a las situaciones humanas trágicas, preocupada por acompañar con cuidado misericordioso. Para crear una red de este tipo es urgente, antes que nada, construir puentes entre ustedes, compartir ideas y programas y desarrollar programas de cercanía. No es necesario decir que esto no significa apostar por la uniformidad de los puntos de vista, sino más bien buscar sinceramente y con buena voluntad una convergencia de propuestas, en una apertura dialógica y en la discusión de las diferentes perspectivas”.
“Les será de ayuda –señala el Santo Padre– una particular forma de competencia a la que me he referido en la introducción de la reciente exhortación apostólica Veritatis gaudium: al citar los criterios fundamentales para una renovación de los estudios eclesiásticos, subrayé la importancia de un diálogo de más amplio alcance que puede servir como base para una apertura interdisciplinaria y transdisciplinaria tanto para la teología como para la ética teológica. Subrayé también la urgente necesidad de que las instituciones en el mundo creen redes para cultivar y promover los estudios eclesiásticos”.
El Papa animó a todos los participantes, “hombres y mujeres que trabajan en el campo de la ética teológica, a apasionarse por un diálogo de este tipo y a crear redes”. “Este enfoque puede inspirar análisis que pueden ser, por lo menos, penetrantes y atentos sobre las complejidades de la realidad humana. Ustedes mismos aprenderán cada vez mejor cómo ser fieles a la palabra de Dios que nos desafía en la historia a mostrar solidaridad con el mundo que no hemos sido llamados a juzgar, sino a ofrecer nuevos caminos, a acompañar viajes, apoyar en las debilidades. Ustedes ya han tenido experiencia, desde hace más de diez años, en la construcción de puentes en su asociación. Sus encuentros internacionales en Padua, en 2006, y en Trento, en 2010, sus encuentros regionales en diferentes continentes y sus diferentes iniciativas, publicaciones, actividades de enseñanza les han enseñado un estilo para compartir que, espero, pueda impulsarles a ser fructuosos para toda la Iglesia”. +
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