“¿Cuál es nuestra actitud ante las riquezas?”, preguntó Mons. Mestre
Estar ‘atado’ a las riquezas
Monseñor Mestre afirmó que el gran drama del hombre rico es, sin dudas, “estar atado a sus riquezas”. Este hombre, que era bueno y cumplía los mandamientos, “no era totalmente libre”, ya que “lo que poseía lo mantenía atado”, definió el prelado marplatense. Al mismo tiempo, exhortó a la comunidad a evaluar este aspecto personal: “debemos examinarnos y preguntarnos cuál es nuestra actitud ante las riquezas”, porque “el mal no está en la riqueza en sí misma sino en la actitud que tenemos ante ella”, explicó.
La gran riqueza de la ‘sabiduría’
Se refirió a la primera lectura, como aquella que da la “clave de la verdadera riqueza: la sabiduría”. Pero no en un sentido académico, instructivo o enciclopédico, sino “en clave bíblica”. La sabiduría es el “arte de vivir bien según la voluntad de Dios”, es la capacidad de “descubrirle el verdadero sabor a la vida según Dios”, enseñó el obispo de Mar del Plata. Asimismo, la sabiduría viene vinculada a la prudencia. “El sabio es el que sabe vivir según Dios no estando atado a las riquezas de este mundo y aprendiendo a integrar lo bueno y lo malo, lo claro y lo oscuro, lo alegre y lo triste, lo fecundo y lo infecundo...”, completó.
Jesús te mira con ‘amor’ y te salva
Al detenerse en la frase del Evangelio “Jesús lo miró con amor…”, monseñor Mestre invitó a la comunidad a “dejarse tocar por esa mirada de amor de Jesús”. “Él nos fortalece y da sustento real a nuestra vida por su mirada de amor”, sostuvo. Una mirada que no es solo una “metáfora” sino nuestra “salvación, como don gratuito de Dios”, mencionó el obispo. Indicó que la tentación que debemos superar, es la de pensar que “nos salvaremos por nuestros propios méritos”, ya que “es Dios quien nos salva”.+
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