Mons. Zanchetta llamó a abrir el corazón a la misericordia de Dios

Mons. Zanchetta llamó a abrir el corazón a la misericordia de Dios

San Ramón de la Nueva Orán (Salta) (AICA): El obispo de Orán, monseñor Gustavo Zanchetta, aseguró que “sólo un corazón que se abre a la misericordia de Dios puede obrar misericordia hacia los demás y amar de verdad” y recordó que la Cuaresma “es tiempo de evangelizar saliendo al encuentro de las periferias existenciales como supo hacerlo Jesús en gestos y palabras”. También exhortó a un estilo pastoral de “Iglesia en salida” en hospitales, en barrios que padecen situaciones de exclusión y pobreza, en las comunidades indígenas y sin olvidarse de las familias enteras que padecen el drama del narcotráfico.

El obispo de Orán, monseñor Gustavo Zanchetta, advirtió que “cuando en nuestra vida no asumimos que el evangelio de Cristo nos pone frente al desafío de la auténtica conversión; sea de pensamiento, de palabra, pero sobre todo en la conducta diaria, podemos llegar a pretender agradar y alabar a Dios pero sólo será superficialmente. Y también nos puede suceder que, encerrados en nuestro pequeño mundo de ideas y principios inamovibles, obremos como aquellos fariseos y escribas, desconociendo la presencia cercana del Señor en los hermanos, particularmente en los pobres”.

Por eso, el prelado llamó a “crecer en sinceridad delante de Dios y entre nosotros” y a “tener paciencia, como el buen Dios la tiene con todos”.

“Sólo un corazón que se abre a la misericordia de Dios puede obrar misericordia hacia los demás y amar de verdad. Esa es la clave para que no estemos lejos de Él; es la llave que puede abrir puertas que estuvieron cerradas demasiado tiempo, sobre todo la indiferencia que nos paraliza frente al sufrimiento de los demás”, subrayó en su carta pastoral de Cuaresma.

Monseñor Zanchetta recordó que “son muchos los lugares y personas que están esperando de nuestra Iglesia diocesana de la Nueva Orán gestos de cercanía y compromiso” y destacó que “no son pocos, gracias a Dios, los hermanos que en el seno de nuestras comunidades van primereando como buenos y santos ejemplos de compromiso evangélico - tantas veces anónimamente - en favor de los pobres, débiles y sufrientes”.

“Ahí están nuestros hospitales, los centros de salud en los cerros y el chaco salteño, tantos barrios de nuestras ciudades y pueblos que padecen situaciones de exclusión y pobreza. También las comunidades de nuestros pueblos originarios que esperan ser contenidos e interpretados en su riqueza pluricultural y en sus luchas legítimas por la tierra y una vida digna”, detalló.

El obispo pidió no olvidarse de las familias enteras que padecen el drama del narcotráfico, al asegurar que “ahí tenemos la obligación de estar presentes para consolar, acompañar, contener, generar iniciativas donde nos involucremos decididamente en la realidad de nuestros jóvenes, y también para denunciar a los traficantes de muerte, a los funcionarios corruptos y a todos aquellos que por severa omisión miran para otro lado”.

“Sí, hermanos, es tiempo de involucrarse decididamente con el Reino, como lo hizo Jesús”, aseveró y agregó: “Es tiempo de evangelizar saliendo al encuentro de las periferias existenciales como supo hacerlo Jesús en gestos y palabras. Así lo propone el Santo Padre Francisco a toda la Iglesia cuando nos alienta a no quedarnos quietos, a no ser conformistas”.

Tras citar al cardenal alemán Walter Kasper para “ayudar a comprender por dónde viene soplando este ‘aire de la misericordia’ que la Iglesia quiere soplar en el mundo como aliento fresco del Señor Jesús”, instó a estar atentos al “estilo pastoral que estos tiempos nuevos nos reclaman, particularmente aquí en el norte de nuestra Patria con tantas situaciones de desigualdad social que nos urgen y desafían”.

Por último, monseñor Zanchetta exhortó a imbuir de este estilo pastoral de “Iglesia en salida” todas las estructuras y recursos diocesanos, e insistió en llamar a “conformarse con lo que ‘siempre se hizo así’; más bien tengamos la audacia de arriesgar a plantearnos nuevos modos de estilo y presencia evangelizadora. Es preferible equivocarse y hasta caerse intentando buscar un sendero mejor, que pasar siempre por el mismo lugar y optar por el conformismo, que muchas veces esconde comodidad y ‘pereza pastoral’”.+

Texto completo de la carta

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