Los seminaristas, junto a 20 jóvenes de diferentes comunidades de la diócesis, visitaron a las familias del barrio acompañados por el obispo diocesano, monseñor Hugo Nicolás Barbaro, y por el obispo auxiliar, monseñor Gustavo Montini. En las visitas saludaron a las familias, dialogaron sobre la realidad que vive cada una, impartieron catequesis e invitaron a momentos de oración.
El sábado 13, participaron de la misa presidida por monseñor Montini en un salón del barrio que funciona como capilla. En la misma celebración recibieron el bautismo más de 20 niños. Además, estuvieron presentes algunas religiosas que en los próximos meses desarrollarán un intenso trabajo social y pastoral en ese barrio. Las consagradas tienen previsto realizar varias actividades como atender un comedor, brindar apoyo escolar, fortalecer las familias, promoción de la mujer y catequesis.
Actualmente, el barrio, que tiene por patrono a san Isidro Labrador, cuenta con un reducido espacio donde se celebra la misa y se realizan actividades de catequesis; por eso se está trabajando en mejorar y agrandar la estructura edilicia, con comodidades básicas para llevar adelante las tareas de las Hermanas.
Varios de los misioneros son jóvenes que periódicamente participan de los encuentros mensuales que organiza el seminario para varones mayores de 15 años. Durante la misión, manifestaron la alegría de hablar de Dios a las personas, de compartir diferentes experiencias y sobre todo de poder rezar por las necesidades de las familias. También destacaron el dolor por algunas situaciones de carencias que observaron como la falta de asistencia a personas discapacitadas, las dificultades para acceder a los servicios médicos, entre otras necesidades básicas.
Durante todos los días, los jóvenes tuvieron la posibilidad de recibir formación humana y cristiana y de dedicar un buen tiempo a la oración personal y comunitaria.
El domingo 14, antes de volver a sus hogares, los jóvenes participaron de la celebración eucarística donde el seminarista, Javier Villanueva, recibió el ministerio del acolitado.
En la homilía, monseñor Montini explicó el Evangelio del primer domingo de Cuaresma y alentó a los fieles a buscar los medios para resistir ante las tentaciones del demonio, como hizo Jesús, especialmente con las Sagradas Escrituras. Refiriéndose al nuevo acólito, invitó a cuidar además el amor hacia la Eucaristía, que debe ser el centro de su vida y de cada bautizado.
Los misioneros finalizaron su envío con mucho entusiasmo y con el compromiso de continuar en sus respectivas comunidades parroquiales con experiencias similares, llevando la Palabra de Dios y viviendo como buenos cristianos en las realidades de cada día.
Para más información: 0364-4433248.+
This entry passed through the Full-Text RSS service - if this is your content and you're reading it on someone else's site, please read the FAQ at fivefilters.org/content-only/faq.php#publishers.
Publicar un comentario