La celebración, que se realizó a días del 150º aniversario de la ordenación sacerdotal del Santo Cura Brochero, contó con la presencia de sacerdotes y seminaristas diocesanos y de la arquidiócesis de Rosario. El obispo destacó la cercanía de este acontecimiento y aseguró estar “celebrando verdaderamente una fiesta en un día en el cual no se puede dejar de tener muy presente al Santo Cura Brochero”.
“Sin duda, un día privilegiado para celebrar la ordenaciones de estos hermanos nuestros en esta fecha”, afirmó.
Asimismo, el obispo aseguró que “se necesitan sacerdotes, discípulos de una profunda experiencia de Dios, esta es la clave”. “Brochero ha sido un presbítero discípulo con una gran experiencia de Dios y lo sabemos porque conocemos que su intensa vida pastoral fue para que los hombres se encuentren con Jesús”, continuó.
Y añadió: “Y no podía dejar de pedir –entonces- en este día tan marcado en la vida de ustedes, en el santuario Santo Cura Brochero y Nuestra Señora del Tránsito, este tan claro deseo de imitar a este sacerdote que fue parte de nuestro clero, que creció, que encarnó el proyecto de Dios en su vida”.
Luego, el prelado pidió a los neopresbíteros que hagan “de sus vidas, estas vidas ofrecidas, vidas eucarísticas. Queridos, que ustedes puedan vivir también en esta experiencia a la que fueron llamados a ser para su pueblo”.
“En primer lugar, ustedes fueron llamados a vivir este ministerio”, manifestó el prelado, quien aseguró que este llamado es “para compartir esta disposición de asumir y anunciar el Evangelio, apacentar al pueblo y celebrar el culto divino”. “Para eso deben ser cada día más orantes y creyentes de la Palabra, de tal manera que la familiaridad con ella los haga anunciar con la propia vida”, aseveró.
Además, invitó a “pedirle al Señor que los ayude a ser siempre hombres de palabra porque han sido elegidos y han sido llamados a entregarse a su pueblo hasta el extremo y vivir con un corazón entregado con este carisma, don que la Iglesia les regala y les confía, que supieron discernir que será para todo el pueblo para siempre”.
“Claro que los sacerdotes estamos enamorados”, exclamó. “Seríamos tristes si no vivimos esa pasión por Jesús y por su pueblo, deseando el bien para su pueblo como Brochero que no solo predicó el Evangelio, sino que también intentó el mayor progreso para su pueblo”.
“Estamos llamados a vivir este amor a Dios y al hermano con la misma fuerza”, expresó y deseó: “Que Brochero los sostenga, los acompañe y los ilumine siempre. Que siempre cada día estén dispuestos a dejarlo todo inmediatamente, que estén atentos a aquellas cosas que quieren volver a recuperarlos, a buscarlos, que se dejen llenar de Dios”.
“No hace falta nada, solo la voluntad de querer ser enviados a anunciar la Verdad a los hermanos, anunciar el Evangelio, celebrar la Eucaristía a su pueblo, y asistir a los enfermos. Dios, la Iglesia, la patria, cuentan con ustedes, no los defrauden”, concluyó.
El presbítero Rodrigo Olima Toranzo presidió por primera vez la misa en el santuario San Roque, en Villa de Soto, el domingo 11 de diciembre a las 19. Por su parte, el presbítero Alex Martínez lo hizo el mismo día a las 11 en la parroquia Nuestra Señora del Valle, en Cruz del Eje.+
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