Mons. Arancedo: “El amor al hermano es un signo de nuestro discipulado y del amor a Dios”
“Así lo dice a modo de testamento: 'En esto reconocerán que ustedes son mis discípulos: en el amor que se tengan los unos a los otros'”, precisó en su reflexión semanal.
El prelado sostuvo que “para plasmar una sociedad más humana, más digna de la persona”, el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia expresa: “Es necesario revalorizar el amor en la vida social –a nivel político, económico, cultural-, haciéndolo la norma constante y suprema de la acción”.
“No se trata del amor como un sentimiento subjetivo sin referencia a la vida social, sino de una verdad que tiene su raíz en la condición del hombre como criatura de un Dios que es Padre de todos y nos lleva a descubrirnos como hermanos”, agregó.
“La fe, como vemos, no nos aísla de la vida social ni nos encierra en un pequeño mundo religioso, por el contrario, nos ilumina y nos hace sentir responsables de la obra de Dios, en la que el hombre, especialmente el más necesitado, reclama nuestra palabra y nuestra presencia”, concluyó.+
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