Mons. Chaparro se unió al reclamo de justicia por la muerte de Santiago Maldonado
Tras destacar el “gran sentimiento de solidaridad” de este joven con la comunidad mapuche, se unió a “todos los que piden justicia” por este caso y otros sin esclarecer.
“Ojalá que la Justicia traiga su palabra. Que este triste momento y sobre todo esta muerte tan sentida por todos no sea estéril en la historia de nuestro pueblo”, expresó en una reflexión.
“Como cristiano pido a Dios especialmente por sus familiares y por una verdadera paz, basada en la justicia y la verdad, y en el respeto por la vida”, concluyo.
Texto del comunicado
La desaparición seguida de muerte de Santiago Maldonado es un momento triste y lamentable en nuestra historia.
Expreso una opinión con la libertad de sentirme ser humano, ciudadano, cristiano y también pastor de la comunidad católica, pero para nada me siento la única voz, ni siquiera en esta Diócesis, ya que pueden existir diversas opiniones, y de hecho, muchos la dan. A todos respeto.
Santiago era un joven con un gran sentimiento de solidaridad, en este caso, con la causa del pueblo mapuche. Por esto, encontró la muerte. Sea que se haya ahogado, o lo hayan forzado a eso, o lo que sea. La investigación de los peritos, ojalá, lo dirá.
Lo cierto es que necesitamos como sociedad saber la realidad. El Estado debe poner todo los medios, investigar todo y a todos, escuchar y no desechar voces cualificadas, en fin, todo lo que fuere necesario para llegar a la verdad. Como se debía realizar desde el principio. ME UNO A TODOS LOS QUE PIDEN JUSTICIA.
Es verdad que todo lo que rodea y rodeó a esta terrible pérdida es muy enredado, que se utiliza este hecho, que se tergiversan los acontecimientos para que triunfe la propia previa opción. Pero no podemos perder de vista la vida tronchada de un joven en este tiempo que tantas cosas atentan contra la vida de nuestros jóvenes. Tantos que no pueden estudiar ni trabajar, tantos víctimas de la droga que mata, tantos que no tienen la acogida y acompañamiento que merecen.
Por otra parte, lejos de mi justificar alguna acción violenta, me siento cercano a Santiago por cuanto pienso que como Nación tenemos una deuda histórica con los pueblos preexistentes, sus derechos, cultura, historia, lengua, religión, etc., y esto a lo largo y ancho del país. Por supuesto, no fueron los únicos en sufrir, antes y ahora, de diversas maneras, injusticias y expoliaciones, pero tiene que ver con el presente hecho que nos ocupa.
Nos duele también la desaparición de Daniel Solano, el asesinato de Lucas Muñoz y otras desapariciones y muertes no esclarecidas: ojalá que la Justicia traiga su palabra. Que este triste momento y sobre todo esta muerte tan sentida por todos no sea estéril en la historia de nuestro pueblo. Como cristiano pido a Dios especialmente por sus familiares y por una verdadera paz, basada en la justicia y la verdad, y en el respeto por la vida.+
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