Mons. Frassia: el cristiano debe ser audaz y creativo
"Esta parábola de los talentos -señaló- supone el riesgo de la responsabilidad; saber que está la gracia, saber que Dios obra, saber que nadie puede hacer algo sin la ayuda de Dios -eso está como condición porque Dios siempre nos ayuda- pero el Señor no obra mágicamente sino que está pidiéndonos una respuesta y una atenta colaboración".
"Esto -prosiguió diciendo- se llama respuesta, colaboración, decisión, pertenencia, responsabilidad. Cada uno tiene que responder porque Dios nunca va a suplantar en nosotros lo que es la respuesta del corazón. Con el corazón amamos, servimos y respondemos. Uno podrá tener distintas fragilidades en varios ámbitos, pero el corazón tiene que estar unido a Dios ya que es el centro de la Vida, es el centro del mundo y es el centro de la Iglesia. Y ante este don que Dios nos regala tenemos que obrar responsablemente".
"Ante la excusa del empleado que tenía miedo de perder el talento, que lo guardó, enterró en un pozo y no lo hizo producir -comentó monseñor Frassia-, podríamos pensar que la Iglesia debe ser prudente, pero esa prudencia puede llegar a ser una simulada pereza o una omisión. Hay que adelantarse, hay que ser creativos, hay que ser audaces, hay que animarse a salir y dar testimonio del Espíritu de Dios, fortalecer y hacer producir los talentos que nos ha dado Dios. La Iglesia vive en el Espíritu y nosotros tenemos que vivirlo también.
El obispo de Avellaneda-Lanús concluyó su reflexión manifestando su deseo de que "tengamos la dicha y la capacidad de hacer fructificar los talentos, no de guardarlos por miedo a perderlos. Prefiero que nos equivoquemos, pero que tengamos el coraje de ser responsables y animarnos y no que por miedo a perderlos nunca hagamos nada. El que hace, se equivoca y lo reconoce, está bien; pero el que no hace nada por miedo a equivocarse, está mal. Tengamos responsabilidad y asumamos el riesgo de fructificar el talento que Dios nos ha confiado".+
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