En su homilía, el obispo aseguró que “la mejor actividad que tenemos que tener todos cada día, empezando por mí, es doblar la rodilla delante de Jesucristo, porque en el nombre de Jesús toda rodilla se dobla en el Cielo y la Tierra”.
En la Adoración Eucarística tienen que surgir “las mejores iniciativas para todas las personas, ya sea en el matrimonio y en la vida de las familias, y las mejores iniciativas pastorales para la Iglesia. De ahí tiene que surgir la fortaleza para realizarla”.
El prelado destacó que “el reinado de Jesús se manifiesta en las obras y los valores del reino que hemos mencionado, pero en las obras que tiene por destinatario a nuestros hermanos”, y afirmó que Jesús reina “en el que reconoce que el mismo que está presente en la Eucaristía, está presente en el pobre”.
“El termómetro de nuestra autenticidad de Adoración Eucarística es el servicio a los más pobres” enfatizó monseñor Canecín. “El Señor nos dice: yo que estoy en la Eucaristía, estoy en el adicto, estoy en la persona que se prostituye (no para hacer apología de esto) estoy en el pobre, estoy en la persona que se considera descartable para la sociedad”, expresó.
El obispo manifestó su beneplácito porque “va creciendo el espíritu de adoración”, pero pidió que “no nos conformemos sólo con la Adoración”, sino que tendrá que manifestarse en “la práctica concreta de la caridad”, por eso señaló: “Qué linda providencia que en el día de Cristo Rey, celebremos el primer aniversario de la capilla de adoración eucarística permanente”.
Para finalizar, aconsejó: “Acrecentemos nuestra piedad y devoción eucarística. Recordemos siempre: el termómetro de la devoción eucarística es la caridad concreta a mi hermano”.
Participaron de la celebración la coordinadora Teresita Decotto, los líderes de los diferentes turnos: Marcelo Rojas, Juan Brest, Patricia Brest y María Caneva, y los capitanes de cada hora.+
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