El Año Mariano llevará el lema “Bajo tu mirada, Madre, seguimos caminando”, y celebrará los 300 años de la presencia de María, “cuya mirada alcanza a cada peregrino que llega a su Santuario y lo acompaña en todas sus horas”.
“Los jóvenes lo experimentan cada año, en la peregrinación que los lleva a la casa de María. Lo experimentan los pobres, los que sufren, los pecadores. Sus ojos y sus manos abiertas en oración recogen todas nuestras súplicas. Esa mirada tierna de María nos transparenta a Jesucristo resucitado y nos anima a seguir caminando como Iglesia misionera que, con gozo, anuncia el Evangelio”, afirma el prelado.
En 2018 se cumplen trescientos años de la primera noticia documentada de la presencia en tierras sanfrancisqueñas de la imagen de la Inmaculada (la “Virgencita) que custodia el santuario de Villa Concepción del Tío, que “es el corazón espiritual de nuestra Iglesia diocesana”, afirma el obispo en su convocatoria.
Con la aprobación del Consejo presbiteral y del Consejo de pastoral diocesano, el año mariano comenzará el próximo 8 de diciembre, con la celebración de la Solemnidad de la Inmaculada Concepción de María. Monseñor Buenanueva presidirá la Eucaristía y la procesión en el santuario de la Virgencita ese mismo día a las 17:30. Culminará el 8 de diciembre de 2018.
A lo largo de este tiempo de gracia, la figura de María, “la más perfecta discípula del Señor” ayudará a destacar los rasgos fundamentales del discipulado cristiano y de la naturaleza misionera de la Iglesia como comunidad de fe, esperanza y caridad.
Los objetivos fundamentales de este Año Mariano Diocesano se enmarcan en el camino de renovación pastoral y conversión misionera que propone el Plan de Pastoral Diocesano:
1. Animar la celebración del Año Mariano presentando la figura de María como modelo del camino discipular y misionero del cristiano y de la Iglesia diocesana.
2. Celebrar los 300 años de la presencia histórica de la devoción a la Virgencita para fortalecer los valores de la religiosidad popular presentes en nuestro pueblo.
3. Promover, en toda la diócesis y en cada comunidad, la dimensión mariana de la espiritualidad cristiana, acentuando sus rasgos bíblicos, la oración del Rosario y el acto de entrega confiada (consagración) a María.
Para animar la celebración de este Año Mariano se ha constituido una Comisión Diocesana que, oportunamente, dará a conocer distintas actividades, iniciativas y sugerencias para vivir con abundantes frutos este tiempo de gracia.
“Estoy convencido de que este Año Mariano traerá abundantes gracias para nuestra diócesis. ¡Qué nadie sea indiferente a esta llamada! ¡Es María la que nos convoca!”, concluyó el obispo.+
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