El Papa pidió a sindicalistas del mundo cuidarse del “cáncer de la corrupción”
El pontífice, que iba a clausurar el encuentro, se excusó de no poder asistir mediante una misiva que fue leída por el cardenal Peter Turkson, prefecto del dicasterio.
"Hasta hace una hora estaba confirmado que venía, pero el Santo Padre me hizo llegar hace minutos una nota en la que se disculpa con todos ustedes, pero por su viaje a Myanmar y Bangladesh tiene trabajo atrasado y no puede venir", manifestó.
El purpurado ghanés leyó luego la carta, en la que Francisco manifestó que "así como en ocasiones la política es responsable de su propio descrédito por la corrupción, lo mismo ocurre con los sindicatos".
"Es terrible esa corrupción de los que se dicen 'sindicalistas', que se ponen de acuerdo con los emprendedores y no se interesan de los trabajadores dejando a miles de compañeros sin trabajo; esto es una lacra, que mina las relaciones y destruye tantas vidas y familias", sostuvo.
El pontífice exhortó a los sindicalistas a impedir que "los intereses espurios arruinen su misión tan necesaria en los tiempos en que vivimos" y agregó: "El mundo y la creación entera aguardan con esperanza a ser liberados de la corrupción. Sean factores de solidaridad y esperanza para todos ¡No se dejen corromper!".
Tras pedir a los referentes del movimiento obrero que no caigan en el "individualismo colectivista", los llamó a "proteger solo los intereses de sus representados, ignorando al resto de los pobres, marginados y excluidos del sistema" y a "educar conciencias en solidaridad, respeto y cuidado" para fomentar "nuevos hábitos y políticas públicas".
"El trabajo no puede considerarse como una mercancía ni un mero instrumento en la cadena productiva de bienes y servicios" sino que, "al ser primordial para el desarrollo, tiene preferencia sobre cualquier otro factor de producción, incluyendo al capital", subrayó.
Francisco insistió en la necesidad de apoyar un desarrollo humano "integral" y, para ello, "una contribución válida" consiste en la conexión entre "las tres 'T': tierra, techo y trabajo".
"No queremos un sistema de desarrollo económico que fomente gente desempleada, ni sin techo ni desterrada. Los frutos de la tierra y del trabajo son para todos y 'deben llegar a todos de forma justa'", afirmó citando la constitución postsinodal "Gaudium et Spes".
Más de 300 sindicalistas, entre ellos unos 25 representantes argentinos, participaron en el Aula Pablo VI desde este jueves y viernes en la cumbre sobre "El trabajo y el movimiento de los trabajadores al centro del desarrollo humano integral, sostenible y solidario"
Organizado por el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, los participantes debatieron sobre los desafíos del mundo sindical a la luz de las encíclicas Populorum progressio (1967) y Laudato si' (2015).
La delegación argentina está compuesta por Héctor Daer, uno de los triunviros de la Confederación General del Trabajo (CGT), Héctor Daer, y el referente de la Corriente de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), Esteban Castro, quienes disertarán mañana.
También asisten Pablo Micheli, secretario general de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) Autónoma; Omar Viviani (Sindicato de Peones de Taxis), Roberto Baradel (docentes bonaerenses de Suteba), Francisco Gutiérrez (Unión Obrera Metalúrgica), Gerardo Martínez (Unión Obrera de la Construcción), Horacio Ghilini (docentes privados Sadop) y Julio Piumato (Judiciales), entre otros.+
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