Daniela tiene 15 años y fue abandonada por sus padres en el hogar San Pedro de Chosica, al este de Lima. Tres voluntarias de ese albergue la llevaron y acompañaron durante la espera en el exterior de la Nunciatura el 21 de enero, el último día del Papa en Perú.
Las voluntarias salieron junto con la niña a las 4 (hora local) de Chosica, con la esperanza de estar entre las primeras personas en llegar a la Nunciatura. Sin embargo, “cuando salió en la mañana” el Santo Padre “no nos vio”, dijo la voluntaria Margarita Navarro al diario peruano El Comercio.
Esa mañana el Papa rezó en el Santuario y Monasterio de las Nazarenas, hogar del Señor de los Milagros, se reunió con religiosas, con obispos y dirigió un conmovedor mensaje a los jóvenes antes de rezar el Ángelus en la Plaza Mayor de Lima.
A su regreso a la Nunciatura, pasado el mediodía, con la ayuda de un guardia las voluntarias pudieron acercar a Daniela a la puerta de la sede diplomática.
“Cuando el Papa nos vio, se acercó. Me preguntó qué tenía y dónde estaban sus padres. Le dije que era huérfana y que no era bautizada. Pidió que le traigan agua bendita y la bautizó”, dijo Margarita.
El hogar San Pedro está a cargo de la Congregación de Misioneros de los Santos Apóstoles y atiende actualmente a 29 personas, de las cuales 8 son niños y 21 son ancianos.+
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