Walter creció en Hogares Don Bosco, y hoy trabaja para “devolver el bien que recibió” de parte de la congregación. “Nunca me soltaron la mano”, relató el joven, agradecido. Por eso hoy, junto con religiosos y laicos, estira su mano para tomar la de otros jóvenes vulnerables.
Cada 24 de enero se recuerda a San Francisco de Sales, que es el patrono de la congregación, de allí el nombre de "salesianos". Se lo consideró el Santo de la Amabilidad y durante su vida construyó un camino basado en la paciencia, el optimismo y el servicio.
Esas virtudes han llegado a estar en todo momento con los que pueden pasar más tiempo y quedarse con ellos, escucharlos y compartir, sin darles la espalda, aún en los momentos de mayor dificultad.
San Juan Bosco no dudó en tomarlo como guía espiritual y de acción. El llamado lo puso al servicio de Dios para llegar a los más jóvenes y ayudar a construir un futuro de oportunidades.
Decía San Francisco de Sales que la mejor manera de predicar es el amor. Su enseñanza se ve reflejada en el amor que recibió Walter, y que lo llevó a ser quien es hoy, y a querer volver a otros.+
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