Mons. Torres recordó cuáles son los “cinco pilares de la paz”
En su relato, publicado en el diario cordobés “La Voz del Interior”, el prelado compartió los pensamientos de siete monjes trapenses franceses, que en la Navidad de 1993 se encontraban en un monasterio de Argelia en los años de la guerra civil que se cobró más de 44 mil vidas.
En ese contexto, los religiosos “se decidieron a permanecer allí, con un profundo compromiso con el diálogo interreligioso, arriesgando sus vidas en fidelidad a su vocación de inmolarse por los hermanos para manifestar la ternura de Dios con todos”, comentó monseñor Torres.”Querían dar la vida por un mundo más humano. De hecho, fueron secuestrados y asesinados en 1996”, recordó.
“Su historia llegó incluso al cine en la película De dioses y hombres, ganadora del gran premio del Festival de Cannes de 2010. Uno de ellos, el Padre Christian, dejó un testamento conmovedor e iluminador, como también cartas y un cuaderno de meditaciones. Pocos días antes de ser secuestrado, escribía en una clara alusión a los cinco pilares del islam, que conocía muy bien, que los cinco pilares de la paz son: paciencia, pobreza, presencia, oración, perdón”, detalló el obispo cordobés.
De las cinco expresiones, monseñor Torres consideró que la más desarrollada en su testamento espiritual “es la del Perdón”.
“Se sabe necesitado del perdón de Dios y de los hermanos, porque ‘habiendo superado la inocencia de la infancia, se siente cómplice del mal que parece, desgraciadamente, prevalecer en el mundo’. Y pide a Dios un instante de lucidez para perdonar, incluso a quien podría matarlo. Su oración era: ‘Señor, desármame y desármalos’”, relató.
Además, en sus memorias, el monje “pide perdón a Dios por los agresores, porque cree que sólo el perdón puede romper la cadena del odio y la violencia” y considera “que el perdón permite descubrir en el ofensor, por encima de toda desemejanza, la imagen de Dios”, destacó el prelado.
“Estos mártires, artesanos de la paz, que al parecer serán prontamente beatificados, son testigos de que, pese a todo, ser hijos de Dios y la fraternidad universal son el fundamento para la paz”, concluyó.+
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