“Todo ser humano anhela la paz”, afirmó. “Pero si bien es un don, también es una tarea, tenemos que ser constructores de la paz”, animó en la misa concelebrada por el párroco, presbítero Amílcar López, luego de una procesión por las calles del barrio.
El sacerdote explicó, que la paz, “en un sentido negativo podemos decir que es la ausencia de conflictos”. “Pero, en un sentido positivo, dice san Agustín y lo reafirma y explica bien Santo Tomás, es la “tranquilidad en el orden”. “Cuando nosotros vivimos ordenados a Dios, al fin útil, eso trae la tranquilidad”, señaló y manifestó que es una paz “que no se fundamenta en los bienes materiales. La paz no es algo material, es un don espiritual”.
Asimismo, advirtió sobre “falsas propuestas de paz, falsas espiritualidades”, que “pueden ayudarnos a relajarnos, a la concentración, pero eso no es la paz, la paz es más profunda, brota de nuestra unión con Dios, ese es su fundamento”. “Solo Cristo puede dar la paz”, aseveró.
Finalmente, el presbítero Daminato reiteró que “la paz es una tarea que debemos conquistarla ordenando nuestra vida a Dios, incluso con decisiones muy concretas”, y llamó a “decidir que ninguna persona ni acontecimiento maneje nuestras emociones”.
“No somos insensibles, muchas cosas nos duelen, pero no tienen que manejarnos. Debo descubrir que la paz que Dios me regala como fruto de mi unión con Él es más valiosa que aquello que me la quiere quitar, es un tesoro”, expresó e invitó a imitar a la Santísima Virgen, Madre y Reina de la paz.+
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