Cafayate: En tiempo de pandemia, “recurrir al Señor de la Divina Misericordia”
“A pesar de que la vamos a celebrar con la Iglesia a puertas cerradas, sabemos que son muchas las persona que la veneran en su casas, le han rezado la novena y la rezan todos los días”, aseguró, e invitó a la comunidad a reflexionar junto al Señor de la Divina Misericordia “acerca del atributo divino del Dios bueno, amable, comprensivo y misericordioso, que siempre se apiada de todos y de cada uno de nosotros”.
Recordando la frase que el Señor le reveló a Santa Faustina: “Yo soy el amor y la misericordia misma, no existe miseria que pueda medirse con mi misericordia”, el administrador apostólico manifestó que, incluso en tiempo de pandemia y de sufrimiento, “debemos recurrir al Señor de la Divina Misericordia, para que alivie nuestro dolor y nos brinde la fortaleza necesaria para afrontar esta inédita circunstancia”.
Seguidamente, hizo referencia a las “múltiples necesidades que vemos cada día en esta cuarentena, filas de personas que van a solicitar proveeduría, medicamentos, ropa a las Cáritas de cada una de las parroquias de la Prelatura”, y evocó el mensaje de la Pascua de Resurrección del papa Francisco: “Frente a este contagio, tan temido, hay que anunciar y propiciar el contagio de la esperanza, sabiendo que este largo confinamiento es una ocasión para reflexionar y para disfrutar de la compañía de la familia”.
Asimismo, advirtió sobre la “preocupación por el futuro incierto” y por el “riesgo de perderse”: “Este no es el tiempo de la indiferencia, porque el mundo está sufriendo y tiene que estar unido para afrontar la pandemia. Este no es el tiempo del egoísmo, porque el desafío que enfrentamos nos debe unir a todos, sin hacer acepción de personas. Este no es el tiempo de la división, porque nos invita a aceptar el llamamiento a la paz del Resucitado, superando grietas y uniéndonos en un proyecto solidario comunitario, como hemos leído en la primera lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles”, dijo volviendo a recordar al papa Francisco.
Finalmente anunció: “No es el tiempo del olvido, sino todo lo contrario, es el momento de aunar fuerzas para ayudar a los hermanos más necesitados. Invoquemos la protección de Nuestra Señora del Rosario, patrona de nuestra Prelatura para que nos acompañe permanentemente”.+
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