La labor pastoral del purpurado, que gozaba de una gran amistad con el papa Francisco forjada en las reuniones del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), se caracterizó por el servicio a los pobres y desamparados y la denuncia valiente de la injusticia en la sociedad boliviana.
El purpurado murió en su casa en Santa Cruz de la Sierra, donde pasó los últimos días de agonía, a causa de una infección pulmonar agravada por las complicaciones derivadas de la diabetes y problemas renales, según informó su médico Herland Vaca Díez.
Monseñor Julio Terrazas fue el primer cardenal de nacionalidad boliviana y el segundo en la historia de su país, después del religioso alemán Clemente Maurer, naturalizado boliviano, que falleció en 1990.
En las pasadas horas, el Santo Padre envió una carta al arzobispo emérito de Santa Cruz en la que aseguraba estar conmovido por su enfermedad y que lo acompañaba con “plegarias al Todopoderoso”.
Durante su visita a Bolivia en julio pasado, el Pontífice visitó en una clínica al cardenal Terrazas cuando estaba internado por dolencias que le impidieron participar en los actos de la visita papal. Francisco se hospedó en la casa del purpurado en Santa Cruz durante los tres días que duró su viaje apostólico a Bolivia.
El cardenal Terrazas, un pastor valiente
Julio Terrazas Sandoval nació el 7 de marzo de 1936 en Vallegrande, Bolivia, donde realizó sus estudios básicos y primarios hasta que ingresó en el seminario de la Congregación del Santísimo Redentor en Chile, donde en el año 1952 se saco el título de bachiller.
En 1956 realizó su noviciado en la provincia de Salta de Argentina, y en 1957 pronunció su profesión religiosa. En este año comenzó sus estudios de Filosofía y Teología en el Instituto San Alfonso de los PP, Redentoristas de Córdoba (Argentina).
Fue ordenado sacerdote en Vallegrande el día 29 de julio del año 1962 por monseñor Bernardo Leonardo Fey Schneider, y trabajó como sacerdote para la Congregación del Santísimo Redentor, y más tarde continuó con sus estudios universitarios, donde se trasladó a Lille en Francia para obtener el título de Pastoral Social en la Universidad de Emacas.
Elegido Obispo Titular de Apisa y nombrado auxiliar de La Paz el 15 de abril de 1978, donde eligió el lema “Servidor de todos”.
Ya desde su toma de posesión como obispo auxiliar de La Paz anunció lo que sería su largo ministerio episcopal: “Estar al servicio de todos, en consonancia con el Evangelio no para callar cuando el Evangelio tenga que hablar, sino para descubrir, juntos, las exigencias de la libertad que el Señor ha conseguido”.
Presidió la Comisión Episcopal de laicos, juventud y vocaciones y fue miembro de la Comisión para Laicos del CELAM.
Transferido a la sede de Oruro el 9 de enero de 1982, fue ahí donde trató de revitalizar la Iglesia local con el impulso de las Comunidades Eclesiales de Base (CEB), figura eclesial que implementó también en Santa Cruz con gran desarrollo.
Fue presidente de la Conferencia Episcopal Boliviana desde 1985 a 2005; también ha sido su vice-presidente. Promovido a la sede metropolitana de Santa Cruz de la Sierra el 6 de febrero de 1991.
Terrazas expresó constantemente la preocupación de la Iglesia católica por el tráfico ilícito de drogas. En su posesión como arzobispo de Santa Cruz, señaló: “Convoco a quienes se han esclavizado por el tenebroso mercado del narcotráfico, que rompan esas cadenas que envilecen a la persona”.
Ante la escasez de clero nativo, fue un gran impulsor de las vocaciones presbiterales, que lo llevó a construir el edificio para el nuevo seminario mayor San Lorenzo en Santa Cruz, que hoy atiende a todo el Oriente boliviano.
Creado cardenal presbítero el 21 de febrero del 2001 por Juan Pablo II; recibió la birreta roja y el título de San Juan Bautista de Rossi, siendo el primer cardenal nacido en Bolivia.
En la Curia Romana era miembro del Pontificio Consejo para los Laicos y de la Pontificia Comisión para América Latina.
En una misa celebrada a principios de febrero de 2013, el cardenal Terrazas afirmó que si bien algunas autoridades podrán declarar la guerra a la Iglesia católica no permitiéndole opinar por la problemáticas del país, los católicos continuarán caminando junto a la palabra de Dios en busca de la vida en paz y justicia para los bolivianos.
“Podrán declararnos la guerra, podrán insultarnos, podrán decirnos que callemos, podrán gritar que nosotros no tenemos derecho a decir una palabra en el país, pero quien camina con nosotros es el Dios de la vida que quiere que nuestras vidas no sean estropeadas por nadie y que tiene que ser vida para libertad y para poder vivir en justicia y en paz”, dijo.
El 2 de junio 2013 el Papa Francisco aceptó la renuncia del cardenal Julio Terrazas Sandoval como Arzobispo de Santa Cruz de la Sierra.+
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