En un clima cordial y sincero se abordaron temas tales como la importancia del diálogo, la necesidad de plantear una agenda social que resuma las inquietudes de la mayor cantidad de sectores posible, la situación macro y microeconómica del país, el manejo de las obras sociales, la salud pública, la pobreza y la reforma laboral, entre otros.
El obispo emérito de San Isidro e integrante de la Cepas, monseñor Jorge Casaretto, indicó tres coincidencias que surgieron del intercambio con los representantes sindicales:
* “Estamos de acuerdo con el Papa y eso es importante".
* “La segunda coincidencia fuerte es la necesidad del diálogo. Para la Iglesia el diálogo, podríamos decir, es política de Estado, es el gran instrumento para construir consensos”.
* “Lo tercero. Todos estamos preocupados por la fragmentación. Esta multiplicidad de fragmentaciones permite que los poderosos tengan más poder”.
Tanto Micheli como Yasky agradecieron la actitud de la Iglesia de propiciar instancias de encuentro con la consiguiente posibilidad de conversar y escuchar posturas diversas.
En tanto, el presidente de la CNJyP, Emilio Inzaurraga, destacó la condición de “testigo” de la Iglesia en las mesas de diálogo. “Así funcionamos, como testigos que garantizamos que los compromisos asumidos en esas mesas, se cumplan y no sean solo maquillaje”, sostuvo.
Además de monseñor Casaretto e Inzaurraga, asistieron el presbítero Adalberto Odstrcil, secretario ejecutivo de la Cepas; Félix Testone, miembro de la Cepas y la CNJyP, y el presbítero Jorge Luis Lagazio, asesor del Programa Nuevos Dirigentes (ND).
Por las CTA participaron, además de Micheli y Yasky, Roberto Baradel, José Rigane, Gustavo Rolandi, Pedro Wasiejko, Fernando Acosta, Ximena Rattoni, Rita Liempe, Dora Martínez, Carlos Gigliotti, Remigia Cáceres, Pablo Reiner, Jorge Cardelli y Héctor Cabrera.
Informes: www.pastoralsocial.org.ar y www.episcopado.org.+
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