Mons. Lozano: La esclavitud pisotea la dignidad humana
"Todos queremos ser libres -comienza diciendo- y por eso rechazamos toda forma de esclavitud. Duele mucho reconocer que todavía hay lugares en el mundo donde las personas son vendidas como mercancía y sometidas brutalmente a distintas formas de trabajos forzados o explotación sexual.
"La trata de personas -expresa- es uno de los delitos más aberrantes que claman al cielo". Y agrega: "Ayer, sábado 23 de septiembre, se conmemoró el 'Día internacional contra la explotación sexual y el tráfico de mujeres, niñas y niños'. Es un clamor que brota de la injusticia, el atropello, las consecuencias devastadoras en las víctimas y sus familias" y cita al papa Francisco que decía: "Deseo reclamar el esfuerzo de todos para que esta plaga aberrante, forma de esclavitud moderna, sea adecuadamente combatida. Esto es feo, es cruel, es criminal”.
"Pero -señala monseñor Lozano- también hay otras formas de esclavitud, como la dependencia química de una sustancia (la droga, el alcohol), del juego de azar (la ludopatía), la pornografía… Varias de ellas son nuevas y otras más antiguas. Todas son como cadenas que nos oprimen, nos atan más allá de la voluntad y pisotean la dignidad humana".
"En el Himno Nacional cantamos “Oíd el ruido de rotas cadenas… ¡Libertad!”. Este grito por la Patria también es anhelo de cada corazón, cada familia, cada barrio".
Nuestra Señora de la Merced y los mercedarios
Seguidamente monseñor Lozano se refiere a la Virgen de la Merced y dice: "Hoy, 24 de septiembre, celebramos la fiesta de la Virgen María como Nuestra Señora de la Merced. En la oración de la misa rezamos “Padre misericordioso, que otorgaste la redención a los hombres por medio de tu Hijo, concede a cuantos invocamos a tu Madre con el título de la Merced, mantenernos en la verdadera libertad de hijos, que Jesucristo nos mereció con su sacrificio, y ofrecerla incansablemente a todos los hombres.
"En las representaciones más antiguas de esta advocación de la Virgen se la pinta con cadenas y grilletes abiertos en las manos y con algunos esclavos liberados junto a sus pies.
"En su devoción se encuentra el origen de la Orden de la Merced (de los padres mercedarios) fundada por San Pedro Nolasco en 1218 en Barcelona. Por aquellos años los moros, que eran musulmanes, dominaban en España y muchos cristianos eran sometidos a esclavitud a causa de la fe. Esta orden religiosa se comprometió en su liberación, y durante ese tiempo lograron liberar a cerca de cien mil cristianos cautivos.
"En el castellano que se hablaba en el siglo XIII la palabra 'merced' se refería a lo que hoy decimos 'misericordia'.
"Los misioneros mercedarios que vinieron a América trajeron esta advocación. El general Manuel Belgrano le tenía gran cariño y devoción, y a ella se encomendó antes de la batalla de Tucumán, y reconoció su victoria a la ayuda de la Virgen María. Por eso le ofrendó el bastón de mando y la nombró Generala del Ejército.
"Volvamos la mirada a nuestras luchas y esclavitudes de hoy. ¡Cómo necesitamos de la Virgen María! ¡Cómo necesitamos reconocernos como hermanos y cobijarnos bajo su manto!"
"Al escribir este artículo -dijo el prelado en su párrafo final- entré en Internet y recé con varias representaciones de su imagen, especialmente algunas con los cautivos liberados a sus pies. Después de contemplarlas un rato, cerré los ojos e imaginé muchos rostros, historias concretas de hoy que necesitan experimentar la liberación. Vos y yo podemos hacer algo".+
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